El máximo mandatario de la Liga alaba el crecimiento y la labor social que realiza el club burelense
18 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El Burela FS contó en la inauguración de su nueva sede social con la participación del presidente de la Liga Nacional de Fútbol Sala. Cuando cumple tres años y medio de mandato, Javier Lozano Cid (Toledo, 1960) analiza la situación de la entidad burelense, «un ejemplo para todos los demás», de la asociación y del fútbol sala español.
-Para la Liga es una gran noticia que el Burela FS no se pare, que intente seguir creciendo.
-Sí, es un camino lo que está marcando. No es solo meter en la pista el poco o mucho dinero que tengas, sino crear una estructura que garantice unos servicios, una cercanía a la sociedad y un crecimiento en base a la profesionalidad. Porque, al final, lo deportivo tiene cosas muy buenas, pero también una cosa mala, el 30 de junio se acaba y todo lo que hayas invertido ahí, se ha ido. Tienes que intentar dejar un legado, cuidar la marca, ofrecer cercanía y facilidades para que la gente y los socios se sientan parte de un proyecto con mucho prestigio.
-Además, también han apostado por el fútbol sala femenino.
-Tiene un mérito tremendo. Que un equipo de alta competición decida desviar una parte de sus recursos a un conjunto femenino implica que está comprometido con la sociedad. Es un mensaje de responsabilidad social corporativa enorme. Cualquier otro otro diría que no y ficharía a tres jugadores más para el masculino.
-Sería centrarse solo en lo que más vende.
-Claro, en lo más inmediato, pero tú también tienes una parte de deuda con la sociedad en la que vives.
-¿En que situación se encuentra actualmente la Liga?
-¿Cómo está España? Nosotros somos un reflejo de la sociedad, pero con una ventaja, que somos pequeños y ágiles. Hace unos años nos dimos cuenta de la que se venía y empezamos a tomar medidas de adelgazamiento, a quitar gastos superfluos y a quedarnos solo con lo necesario. Quien tenga una mochila de deudas va a acabar muriendo en la orilla. Quien en estos años se haya saneado, va a vivir, porque se va a adaptar a lo que venga. Pero pasa en todos los deportes, hasta en el fútbol, que era intocable.
-¿Terminarán la temporada los 14 equipos de Primera?
-Acabar la van a acabar todos y yo incluso soy optimista para el año que viene
-¿Volverá a haber 16 equipos?
-Yo creo que sí, porque los mensajes que recibo de abajo es que todo el mundo quiere subir. Además, nos están creando un documento técnico para que no se cuelen equipos dudosos. Aquellos que arrastren deuda tendrán que hacer una auditoría para saber si son solventes o no.
-La imagen que se proyecta al exterior es muy importante.
-Sobre todo porque uno puede afear la conducta del resto. El grupo está haciendo muy bien las cosas, con las dificultades que tiene este país, pero hay uno que te ensucia, un informal, y nos consideran a todos así. Nos negamos a que suceda eso
-La marca, gracias también a los éxitos de la selección, sigue creciendo. ¿Están contentos con la proyección del fútbol sala?
-Estamos muy contentos por varias razones. Lo primero porque solucionamos un problema de quiebra técnica. Cuando llegamos debíamos más de 3 millones de euros y hemos pagado todo. Hemos saneado los clubes en un 80%, en el sentido de que a los que no estaban preparados les hemos indicado que se vayan a su espacio natural. Y todos hemos decidido que seamos los que seamos, pero que seamos serios. La asociación ahora es solvente, dinámica y da beneficios. El año pasado tuvimos 390 partidos televisados. Somos pequeños y humildes, pero vemos que vamos moviéndonos en la dirección adecuada.
-¿Como ven la posibilidad de que el Santiago Futsal se traslade a A Coruña?
-El cambio de sede es fácil, porque es la misma comunidad y se trata de un tema administrativo. A mí me daría pena porque el Santiago es un histórico y está arraigado. Le dan mucho a la ciudad y necesitan recibir ayuda. Fundamentalmente es una decisión que tienen que tomar ellos evaluándolo todo, pero tienen un problema muy grande con la deuda anterior y es una pena, porque es injusto por lo que está pasando una gente tan profesional como ellos.