Barça - Real Madrid: La hora de los dos clásicos

Xurxo Fernández Fernández
xurxo fernández REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Los dos grandes llegan tocados al tramo crucial de la temporada

25 feb 2013 . Actualizado a las 17:02 h.

Doble clásico en Copa y Liga y eliminatorias cuesta arriba en Champions. Barça y Madrid encaran el tramo decisivo de la campaña en situación delicada. Mañana se juegan en el Camp Nou el pase a la primera final.

Dependencia absoluta

Messi y Cristiano no rotan

El milagro estuvo a punto de producirse en Riazor. Pero al Madrid se le complicó el partido y Mourinho deshizo sus rotaciones. La salida de Cristiano al campo frustró la machada del Dépor y evitó que el futbolista sufriera su primera ausencia liguera por decisión técnica esta campaña (en Pamplona no estuvo por sanción). El de Funchal ya ha participado en 38 encuentros esta campaña. Exactamente los mismos que Messi, que ha disputado uno más en Liga y uno menos en Copa. El portugués lleva 37 dianas. Las 24 anotadas en Liga son casi el 40% de los 62 goles que lleva su equipo. El caso del argentino es todavía más llamativo. 38 de los 49 tantos que lleva esta campaña han sido en el campeonato doméstico. Eso es el 46% de los 82 anotados por los culés. La Pulga ha visto puerta en los últimos 15 encuentros ligueros.

Las cifras son solo un síntoma más de la absoluta dependencia que Real Madrid y Barcelona muestran por sus dos estrellas. Una situación peligrosa por cuanto que limita la importancia de sus compañeros y los recursos del grupo.

Escasa cintura

Modelos sin alternativa, muy estudiados por los rivales

El indudable protagonismo de sus estrellas se suma a la falta de alternativa a los mecanismos implantados por Guardiola y sus sucesores en el Barça y por Mou en el Real Madrid tiene un doble efecto. Por un lado, los jugadores saben a quién buscar y tienen una serie de automatismos trabajados hasta el extremo: los culés, en la presión y el control del balón; los blancos, en la salida en velocidad y el aprovechamiento de espacios. Por otro, apenas hay capacidad de sorpresa ni recursos en situaciones adversas.

El Madrid ha sufrido ante equipos que le han esperado atrás, evitando las transiciones rápidas (el Granada ha sido el último). El Barça, cuando el contrario se atrinchera contra las combinaciones por el centro (el Milan perfeccionó en San Siro la estrategia del Chelsea).

Números preocupantes

Problemas fuera de casa y errores en la zaga

Seis ganados, dos empatados y cinco perdidos en Liga y una victoria una igualada y una derrota en Champions. El bagaje del Real Madrid fuera del Bernabéu no es el de un aspirante a ganar todas las competiciones. Los de Mourinho se desinflan como visitantes, reduciendo en más de una tercera parte su producción ofensiva y aumentando en la misma medida su vulnerabilidad atrás. Ahora les toca jugarse la Copa del Rey y la máxima competición continental en el Camp Nou y Old Trafford.

En cuanto al Barça, los problemas, en su estadio, o lejos de él, los pone la zaga. Desde el derbi liguero con el Espanyol y la eliminatoria copera ante el Córdoba (primeros encuentros de este año), los de Vilanova han sido incapaces de mantener su puerta a cero.

Problemas internos

Falta de autoridad

El motín en el vestuario del Bernabéu, con el entrenador deshojando la margarita para el próximo verano es un secreto a voces. En el Barça, Guardiola sintió que la plantilla se le iba de las manos, Roura no demostró empaque ni soluciones ante el Milan y se han empezado a airear desencuentros entre Messi y algunos otros miembros de la plantilla. Falta de autoridad y estabilidad cuando la cohesión es más necesaria que nunca.

Las alternativas

Jugadores emergentes y otros recuperados

Frente al Sevilla, Tello ratificó sus condiciones para abrir el campo, desatascando embudos como el que planteó el Milan. Además, Villa se reafirmó como el rematador idóneo. Anotó su séptimo gol pese a llevar solo nueve encuentros como titular. El Real Madrid parece haber recuperado a Kaka, una opción más pausada, capaz de dar el último pase además de atesorar un buen disparo, aunque todavía no se ha probado en partidos grandes. Varane es la gran sorpresa de la temporada.