Kayak oceánico extremo: Los cuatro jinetes de la ciclogénesis

DEPORTES

Cuando llega la borrasca, Alberto, Óscar, Roberto y Xosé, cuatro kayakistas extremos, salen a navegar entre acantilados y alerta roja. Solo ellos en Europa practican el kayak oceánico extremo, un deporte de riesgo con más seguidores en Canadá y Estados Unidos. Les gustan las olas de 5 metros y vientos de más de 100 kilómetros por hora

24 feb 2013 . Actualizado a las 12:34 h.

Cuando Meteogalicia anuncia temporal, ellos se frotan las manos. Alberto, Xosé, Roberto y Óscar son los únicos palistas que practican kayak oceánico extremo en toda Europa. Es un deporte de alto riesgo cuyo hábitat son las borrascas y las ciclogénesis explosivas. Cuanto peor tiempo, mejor. «Cuando la flota amarra, nosotros salimos», resume Alberto Rocha, carpintero de Moaña aficionado al kayak desde niño. Junto a Roberto García, Óscar Álvarez y Xosé Rodas, fundó The Ocean Dragons, el grupo que durante todo el invierno se la juega en las rocas más afiladas de la Costa da Vela, las Cíes o los acantilados de O Roncudo. «Adonde peor esté es adonde vamos», afirma Roberto García, residente en Vigo, como el resto del grupo. Porque el kayak oceánico extremo consiste precisamente en esto: escoger los días con grandes borrascas y salir con sus piraguas a cabalgar sobre las olas en zonas de rocas muy batidas. Lo que en su argot llaman rock gardens. No muchos se atreven con esta especialidad deportiva. The Ocean Dragons están hermanados con los Tsunami Rangers y los Neptune Rangers de la costa Oeste de EE. UU. y con los Hurrican Riders canadienses. «Somos estos cuatro grupos en todo el mundo», afirma Alberto Rocha. En Galicia existe una gran tradición de kayak de mar, más exigente que el de río y aguas calmas. Pero solo ellos cuatro se atreven con el oceánico extremo. Por ejemplo, salieron durante la reciente ciclogénesis explosiva Gong. Su deporte les exige kayaks más resistentes. No pocas veces los destrozan contra las rocas. Así que se los encargan al constructor vigués Fidel Fernández. Su astillero, de gran prestigio en traineras y bateles, produce los kayaks Not Normal que usan los cuatro dragones. Alberto y sus socios ya siguen el parte meteorológico. Con suerte, verán muchas letras B hasta el verano. Son su hábitat. El del kayak oceánico extremo.