Paciência empieza por el principio en el Dépor

Pedro José Barreiros Pereira
Pedro Barreiros A CORUÑA / LA VOZ

DEPORTES

Dirigió su primer entrenamiento e insistió en la seguridad defensiva

02 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El rigor defensivo, la colocación de los futbolistas y el orden, la ocupación de los espacios sobre el campo y la seguridad de los pases protagonizó el primer entrenamiento de Domingos Paciência como técnico del Dépor. En alrededor de hora y tres cuartos de práctica, bajo la mortecina luz de las torretas, mientras llovía miudiño y unos doscientos aficionados exorcizaban el húmedo frío, el luso dio pinceladas de su filosofía.

El Dépor de Paciência parece cosido de nuevo al balón. El entrenador saltó al campo junto a tres colaboradores, los segundos Miguel Cardoso y João Carlos Costa, así como el preparador físico Rui Miguel Santos. También participaron Franganillo, como un ayudante más, y Sambade, quien sigue ocupándose de los porteros. Tras el calentamiento y los rondos, el extécnico del Braga planteó su primera alineación. En un ejercicio a todo campo dividió a los jugadores en dos bandos. Este, con evidente olor a titularidad: Manuel Pablo, Aythami, Zé Castro, Evaldo, Abel Aguilar, André Santos, Bruno Gama, Pizzi, Valerón y Riki. Enfrente: Seoane, Álex Bergantiños, Marchena, Tiago Pinto, Jesús Vázquez, Juan Domínguez, Saúl, Salomão, Camuñas y Nelson Oliveira.

Rotaciones

De inicio, Bodipo se quedó al margen, un mal augurio para el sevillano, pero lo cierto es que los tres delanteros alternaron la práctica con ejercicios en la banda. Más tarde, se incorporaron los porteros y Aranzubia se situó con los supuestos titulares, mientras Lux, en la alineación de las últimas jornadas, se añadió a los teóricos suplentes.

Paciência, como si se tratase de un puntilloso árbitro, no dudó en detener el juego para insistir en los mismos conceptos: asegurar el pase -«no queremos balonazos, queremos llegar como equipo», saltó tras un pelotazo- y minimizar las pérdidas en zonas peligrosas, como la zaga o el mediocentro. El Dépor se aplicó así en un ejercicio de constantes basculaciones a las bandas para que la posesión llegase a los extremos, pegados a la banda, y desde allí al delantero, estático en el frente. Al final, charló sobre el campo con los tres centrales, Aythami, Zé Castro y Marchena.