Los rojiblancos cierran el 2012 con sus mejores números del curso
24 dic 2012 . Actualizado a las 17:16 h.El Lugo se ha hecho mayor de edad en Segunda División. Ha encontrado el camino para exprimir el rendimiento de una de las plantillas más económicas de la categoría. Y sobre todo, lo ha hecho siguiendo su propio camino. Ha pasado su fútbol de siempre, el ideario preciosista de Quique Setién, por un tamiz pragmático (rivales obligan). Y ha alcanzado cotas que no hace tanto parecían lejanas. Así, termina el 2012 en la cresta de la ola, con tres victorias consecutivas que le alejan hasta los 10 puntos del descenso, y le permiten vivir en la zona tranquila de la tabla.
No obstante, hace tan solo tres semanas, antes de viajar a Almería y ganar al por entonces segundo clasificado, hasta los propios futbolistas rojiblancos reconocían que, sin sumar de tres lejos de casa, todo se complicaría. De hecho, coqueteaban con los puestos de descenso, eso sí, sin entrar en ellos en todo el campeonato. Así, este sábado, superaron al Sabadell (segunda seguida fuera), y lo consiguieron, pese a utilizar un once de circunstancias por culpa de las bajas de tres titulares (y una línea defensiva conformada por cuatro laterales), con su nueva morfología futbolística, más práctica y menos vistosa.
Merecimientos
Lo reconoce hasta Quique Setién, quien estima que, ante los catalanes, fue la «primera vez» que sacaron algo positivo «sin merecerlo». Una suerte que otras veces, tanto en el Ángel Carro como a domicilio, les había sido esquiva, pues encuentros en los que tuvieron la posesión y las ocasiones (Girona, Barcelona B, Huesca...), sufrieron derrotas inmerecidas. «Este partido lo vivimos muchas veces a la inversa, perdiendo ante rivales que apenas tiraron a puerta», admite el técnico.
Decía el propio Setién antes de viajar a Villarreal (y sonaba extraño en su boca), que algún día le gustaría «no jugar bien y ganar». Y no es que su escuadra haya empeorado en su juego, sino que se ha vuelto más rocosa, más solidaria, si cabe. Ambas facetas se han soldado al ADN rojiblanco, en estas tres últimas jornadas, tanto como el toque, contribuyendo a vencer sin necesidad de ejercer la primacía en el control de la pelota.
Y con ese sello se han hecho fuertes, y se han plantado en el final del 2012 batiendo sus registros. Han caído el de victorias fuera (dos), seguidas (tres), número de goles en un partido (tres), máximo realizador (Óscar Díaz, con nueve dianas).
Los contrarios ya no ven al Lugo como una rara avis que juega con estilo, un adversario simpático en todos lo campos por esa apuesta, pero superable. Cada vez se le respeta más (puntuar en Las Palmas, Gijón, Villarreal o Almería no ha estado al alcance de todos). Lo resaltan cada vez los entrenadores rivales, que sufren en sus carnes la metamorfosis de una escuadra en la que varios hombres clave (Manu o Pita, por ejemplo), no tenían experiencia previa en Segunda A.
Así, es lógico que cada vez sorprenda menos que, pese a tener que inventarse una defensa nueva, como en Sabadell, el equipo se rearme y actúe como un todo. Un grupo sólido que, sin llegar al ecuador de la competición, ya lleva más de la mitad de los puntos, a priori necesarios, para mantener la categoría. La meta.