Las duras defensas sobre Alberto Corbacho

X. R. santiago / la voz

DEPORTES

18 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Moncho Fernández no quiere polemizar. Prefiere hablar bien de los árbitros, aunque con casi toda seguridad en su interior se esconde cierto malestar por las últimas actuaciones, tanto en Sar como en cancha ajena.

En el último encuentro disputado en casa ante el Murcia los colegiados no aplicaron los mismos criterios a la hora de señalizar faltas. Nadie puede culparles de la derrota obradoirista, pues la primera parte del conjunto santiagués fue de lo peor que se vio esta temporada, llegando a tener veintiún puntos de desventaja en el luminoso al iniciarse el segundo período.

El poder ofensivo del cinco santiagués no estuvo a la altura en las dos actuaciones más recientes, sobre todo por las duras defensas de CAI y Murcia sobre jugadores importantes de la escuadra compostelana. En Zaragoza, Alberto Corbacho, que tuvo su peor día de la temporada, solo anotó tres puntos (un triple de cinco intentos), pero los defensores del cuadro maño no tuvieron piedad en sus acciones a la hora de interceptar al jugador obradoirista.

Ante el Murcia, el pasado sábado, Corbacho estuvo mucho más acertado. Anotó dieciocho puntos, con cinco triples de diez intentos, en treinta y ocho minutos de juego. Sin embargo, las estadísticas del alero mallorquín pudieron ser mucho más completas si los árbitros hubiesen visto lo que se apreció con claridad desde la grada.

Las defensas sobre Corbacho fueron severas, rozando siempre el límite de la legalidad. De hecho, una de sus acciones no acabó en canasta por el fuerte empujón recibido justo cuando estaba en el aire ejecutando el tiro. Los árbitros ni miraron para el alero del cuadro santiagués.

«La mejor forma de proteger a Corbacho es pitándole las faltas que le hacen», señala Moncho Fernández, quien entiende que «le defienden de forma muy agresiva, y a veces creo que de más. Es muy fácil defender a Alberto. Se le empuja y punto».

El entrenador santiagués fue más allá en sus apreciaciones: «Con lo que se juzga por interpretación no hay nada que hacer. Imagino que si los árbitros ven las faltas las pitan. Quiero pensar que es así».

Corbacho firmó su peor registro ante el CAI (3 puntos) y su mejor partido lo jugó ante el Fuenlabrada (24 puntos). Anotó 103 puntos en el presente curso, con una media de 15 por partidos, en 28 minutos de juego. En triples presenta un 46 por ciento (27 de 59).

El triplista del Obradoiro es el jugador más perseguido y vigilado por los rivales. Ni siquiera así pudieron frenarle los defensores del Murcia, que en alguna de sus acciones casi rozaron la agresión. Y los árbitros no quieren enterarse.