El Ourense sobrevive a un concierto arbitral y gana con nueve al Alcalá

DEPORTES

Santi M. Amil

El equipo rojillo se impone 2-1 y se aleja del colista del grupo I

04 nov 2012 . Actualizado a las 22:52 h.

Una ardua contienda sirvió para que el Ourense cumpliera su objetivo en la jornada de la Segunda B, abriendo distancias sobre el farolillo rojo, Alcalá (2-1), al que superó después de un convulso enfrentamiento y remontando un gol en contra, cuando el puntilloso colegiado asturiano Ruiz Álvarez, ya había expulsado a Capi y a Yebra.

El partido comenzó con poco ritmo y un cuadro local que no lograba sacudirse los marcajes de sus oponentes, aunque la iniciativa era siempre rojilla y las primeras oportunidades de un incisivo Borja Valle, Iván González o Portela, en lances a balón parado eran preludio de una gran jugada de Jona, que desvió a córner el portero Juancho.

Con el inicio de la segunda parte, comenzó también la exhibición de cartulinas del trencilla, que mostró hasta quince amarillas y las dos rojas a los futbolistas rojillos. El encuentro se desquició aún más cuando en su primer ataque claro, los forasteros sacaron ventaja de una incursión de Carlitos y su ariete Montero anotó en la boca de gol. La reacción ourensanista fue fulminante y Jaime Noguerol se inventó un centro desde la izquierda antes de que se cumpliera un minuto, para habilitar a un Jona que no falló con su clásico testarazo. Tras el empate y la sucesión de amonestaciones que dejó con nueve a los de casa, el verinense volvió a ser clave en otra internada por el flanco zurdo, provocando el derribo de Cerrudo. Otra vez, Jona fue el ejecutor, firmando la segunda diana de la escuadra de O Couto, ante el delirio de sus aficionados, que premiaban con ovaciones el esfuerzo encomiable de los hombres de Luisito.

El entrenador del Ourense movió ficha de inmediato y dio entrada a Adrián Padrón para fortificar la defensa con vistas a once minutos -más los cuatro que añadió el árbitro- de agobio de los forasteros, que fallaron dos claras oportunidades, pero fueron incapaces de abrir brecha en la zaga de un cuadro rojillo que fue titánico en su entrega.