¿Corbachov o Reggie Miller?

M.G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

DEPORTES

Álvaro Ballesteros

El mejor triplista de la Liga Endesa sigue creciendo en el Obradoiro

22 nov 2012 . Actualizado a las 02:36 h.

«¿Cuando un futbolista chuta una falta echa la vista hacia la portería? No, porque siempre está en el mismo sitio. Pues con los triples pasa igual. No hace falta mirar, la canasta no se mueve». Quién así se expresa es Alberto Corbacho, alero del Obradoiro, el jugador de la Liga Endesa que más veces anota desde detrás de la línea de 6,75 metros.

El alero mallorquín empezó de niño en la cantera del San José Obrero de su ciudad natal. Allí coincidió en las primeras etapas con Rudy Fernández, que es un año menor, pero que ya entonces despuntaba y se saltaba un peldaño en el tramo de edades, para competir con los de la quinta de Corbacho. Y antes de que le saliese barba se fue a la cantera del Joventut.

Trayectoria

El hoy obradoirista tuvo que esperar un poco más, hasta recalar en la del Unicaja, para jugar en el equipo de la Liga Eba. Después se pasó siete temporadas en la LEB, repartidas entre Huelva, Zaragoza, Hospitalet, Lugo y Santiago. Con el Obradoiro consiguió el ascenso a la ACB. En su estreno en la Liga Endesa ya se significó como un triplista de primera fila. Y en las cinco jornadas de esta campaña mantiene su progresión.

El sábado, frente al Cajasol, bordó su expediente. Al descanso llevaba cinco triples de siete intentos. Con uno más igualaba el récord histórico de un jugador del Obra en un partido de la ACB, que él mismo compartía con Vasileiadis. Y no lo pudo superar, porque Sastre le cogió la matrícula y no le dio un respiro. Aun así, anotó el sexto. Y el que podía ser histórico se le salió del aro.

Su mejor registro en el baloncesto profesional se va a los nueve triples, cuando militaba en el Ciudad de Huelva. Pero entonces la línea de tres estaba a 6,25 metros. Tampoco es un dato relevante, porque le da lo mismo tirar desde seis metros, siete o incluso desde más lejos. Si le dan un segundo, se levanta y percute. Su actual entrenador, Moncho Fernández, resalta dos cualidades: «Le da igual lanzar en el minuto uno que en el cuarenta; y ya no solo es la velocidad con la que arma el tiro, hay que tener en cuenta lo rápido que frena».

Cuando el Obradoiro logró el ascenso, fue el único jugador que firmó por dos temporadas. Y hace unos días acaba de renovar hasta junio de 2015. Corbacho está a gusto en la ciudad y en el club, y la afición lo adora. No es raro verlo en los partidos del Santiago Futsal o del Compostela. Ayer mismo se acercó a San Lázaro, para ver el partido ante el Vilalbés.

Por su aspecto y por la facilidad con la que enhebra canastas desde lejos recuerda a los tiradores de la antigua escuela soviética. Si se llamase Corbachov nadie se extrañaría. Otros lo equiparan a Reggie Miller, el legendario jugador de Indiana. Pero es Alberto Corbacho, inimitable.