Hacia el derbi de la concordia

Xosé Ramón Castro
X. R. Castro VIGO / LA VOZ

DEPORTES

Rebajada la tensión de las últimas citas, las previsiones descartan incidentes

27 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El derbi cambia crispación por buena vecindad. Salvo sorpresa mayúscula, Balaídos escenificará el cambio de tendencia. Con la rivalidad deportiva manteniéndose inalterable, pero dejando a los incidentes como algo del pasado. Los dos clubes han dado el primer paso con discursos ponderados y las aficiones parecen haber recogido el guante. No obstante, si los derbis disputados en Segunda levantaron una inmensa expectación después de cuatro años de barbecho, de regreso a Primera nada indica que ese ambiente vaya a repetirse esta tarde.

Aún así, Balaídos rozará el lleno y la previsión inicial de los 28.000 espectadores hasta podía quedarse corta. La venta de entradas siguió a buen ritmo en la jornada de ayer, las taquillas estarán abiertas todo el día de hoy y el estadio rozará el lleno.

En esta ocasión la desigualdad entre celtistas y deportivistas será más manifiesta. Un millar de seguidores blanquiazules -casi todos ellos llegarán en autobuses- frente a los 27.000 del equipo de casa. Todos en correcta armonía. En esta ocasión anunciaron que faltarán los Riazor Blues.

Fuerte dispositivo de seguridad

Aún así, se mantiene un dispositivo de seguridad casi idéntico al vivido en Vigo en el pasado mes de abril, con 750 agentes vigilando para que todo se desarrolle en orden.

Desde primera hora de la mañana se acordonarán los aledaños de Balaídos, que quedarán casi cerrado al público por la tarde. Los equipos llegarán al filo de las seis y media, cuando está previsto también que se abran las puertas del estadio.

El Dépor viaja esta mañana. Quizá se detenga a comer y descansar en Pontevedra, igual que la pasada temporada, y se desplace posteriormente a Vigo. Tras el partido regresarán a A Coruña. El dispositivo policial se mantendrá hasta las tres de la madrugada.