«Nunca le he dicho a nadie que se trague sus vómitos», dice la exseleccionadora del equipo de natación sincronizada
02 oct 2012 . Actualizado a las 18:32 h.Anna Tarrés, exseleccionadora española de natación sincronizada, considera que desde la Federación Española de Natación, presidida por Fernando Carpena, se ha «orquestado una campaña de descrédito» contra su persona, que ha desembocado en la presentación de una demanda. Tarrés también ha reiterado su negación de cualquier maltrato a sus pupilas durante sus años al frente de la selección de sincronizada. Responde así Tarrés a la polémica carta firmada por 15 nadadoras en las que se le acusaba de todo tipo de vejaciones en la preparación del exitoso conjunto español.
En una extensa entrevista distribuida por la agencia Efe, Tarrés afirma: «Nunca le he dicho a nadie que se trague sus vómitos. Me ha molestado muchísimo. Es una acusación que me ofende profundamente porque este tipo de conductas no las permitimos en el funcionamiento del equipo. Cuando alguien está indispuesto, se le cuida y cuando se recupera, seguimos con el trabajo. Niego rotundamente todo lo que se está diciendo de mí. Hace 10 años que entrenamos en una piscina en el CAR de Sant Cugat, una piscina en la que todo el mundo puede ver los entrenamientos, donde estamos invitando a que la gente nos ayude y colabore. Estoy en contacto con los recursos que nos ofrece el CAR, con el equipo de psicólogos, de médicos, de biomecánicos, de fisiólogos y durante este tiempo nadie ha dicho nada... Estoy sorprendida».
La exseleccionadora de natación sincronizada lanza la sospecha de una orquestación desde la federación de natación y conducida por su presidente, Fernando Carpena. «Está detrás de todos y cada uno de los movimientos que están detrás de esta carta, porque esta carta surge el día antes de la presentación del nuevo equipo técnico. Durante todos los años que he estado trabajando en la Federación, se ha recibido una carta dentro del mandato del señor Carpena, donde tres de las nadadoras, que justamente también firman la carta (Paola Tirados, Cristina Violán y Laura López) se quejan de una serie de cosas, pero a mi nunca se me hizo pública la carta, se me dice, pero allí queda y el señor Carpena la archiva. Que salga esta carta ahora (..) me parece que es estar intentando crear toda una serie de casualidades muy sospechosas», asegura Tarrés.
«En el 2009 hubo una carta de queja que la Federación española archivó»
Va más allá: «Tres de las firmantes son tres hermanas, de la que una en estos momentos mantiene una relación estable con el hijo del señor Carpena. Hay muchas casualidades, demasiadas casualidades». Tarrés dice sentirse «totalmente apoyada» por la mayoría de sus discípulas. «Andrea (Fuentes) tuvo una reacción inmediata ante la situación, cosa que le agradezco mucho, y Gemma (Mengual) dijo públicamente que esto no tenía nada que ver con ella. Se lo agradezco muchísimo, porque esta en una situación muy difícil, porque esta en el otro lado. Pero también han salido (en mi apoyo), Irene Montruccio, Clara Basiana, Thaïs Henríquez, Marga, Alba Cabello, Paula Klamburg.. Estoy más que satisfecha y se lo agradezco muchísimo, el respeto que ha tenido hacia nosotros. También me llamó Ona Carbonell, que estaba en el Himalaya, me llamó después de bajar del Annapurna y me dijo que estaba conmigo».
«Durante todos años hemos cuidado a las chicas como si fueran nuestras hijas y como una gran familia hemos tenido momentos buenos y momentos malos, pero siempre pensando en el bien de las chicas. Me sabe muy mal después de tantos resultados, de tantas medallas, de intentar buscar la perfección, de trabajar en la excelencia, que todo esto quede dañado por una carta de una chicas que decidieron marcharse, no han sabido evolucionar y ahora sacan toda esta historia. Quiero insistir que en el 2009 hubo una carta de queja, cuando las nadadoras ya no estaban en el equipo, y que desde la propia Federación, el señor Carpena, archiva la carta», continúa Tarrés en la extensa entrevista.