Serena Williams vuelve a reinar en Nueva York con su cuarto Abierto de Estados Unidos

DPA

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La tenista estadounidense, que este año ganó en Wimbledon y en los Juegos Olímpicos, se deshizo de Azarenka por 6-2, 2-6 y 7-5

10 sep 2012 . Actualizado a las 11:54 h.

La estadounidense Serena Williams volvió a poner Nueva York a sus pies tras conquistar por cuarta vez el Abierto de tenis de Estados Unidos al batir en la final a la número uno del mundo, la bielorrusa Victoria Azarenka.

«No me lo puedo creer, ella estaba jugando tan bien... Estoy muy feliz de haber llegado hasta aquí», señaló con el trofeo en las manos Williams tras derrotar a Azarenka por 6-2, 2-6 y 7-5.

«Es increíble, tuve un verano muy largo. No esperaba ganar todos estos títulos», dijo más tarde radiante en rueda de prensa la cuarta favorita, que este año ganó Wimbledon y los Juegos Olímpicos, ambos en individuales y en dobles.

La estadounidense, que ya ganó en Nueva York en 1999, 2002 y 2008, recuperó en 2012 su mejor nivel después de un 2011 en el que estuvo apartada de las pistas por una embolia pulmonar.

«El año pasado estaba en el hospital. Ganar Wimbledon es especial, pero venir a tu país es lo mejor...», dijo Williams, ya con el pelo suelto y con una bebida isotónica en una rueda de prensa con champagne Moet & Chandon para los asistentes.

La final, de dos horas y 18 minutos, fue la primera del US Open en 17 años que se decidió en el tercer set. La anterior que se alargó a la tercera manga la protagonizaron Steffi Graf y Monica Seles con triunfo de la primera.

Ex número uno del mundo, Williams conquistó su décimo quinto Grand Slam trece años después del primero y en el mismo escenario. En aquel 1999 lo hizo también ante la número uno, la suiza Martina Hingis.

«Trece años es mucho tiempo entre el primero y éste, es increíble.

Hace 13 años creo que estaba en el puesto 15 del ranking, ¿no?», preguntó sin obtener respuesta.

La estadounidense, que se embolsó 1,9 millones de dólares, suma cuatro títulos en Nueva York, cinco Abiertos de Australia, cinco Wimbledon y un Roland Garros. Además, es la jugadora en activo con más títulos de Grand Slam, ocho más que su hermana Venus, segunda con siete.

Williams comenzó el partido con el mismo ritmo arrollador que mostró a lo largo del torneo y le endosó un 6-2 en apenas 34 minutos a Azarenka, que perdió su primer partido del año a tres sets.

«Para mí es la mejor jugadora de todos los tiempos, lleva el juego a otro nivel», aseguró Azarenka en rueda de prensa, orgullosa de su papel en la final neoyorquina. «No tengo nada de que arrepentirme, lo di todo en la pista».

Williams, que no cedió un set en el US Open 2012 hasta hoy, dio el primer golpe de la final: primer set con 16 ganadores por tan sólo dos de su rival, que no sabía cómo protegerse del apabullante ritmo que impuso.

«Ahora en un principio es díficil, pero mereció ganar. Tengo el honor de estar aquí al lado de una campeona como ella», señaló Azarenka.

Todo caminaba según el guión de Williams en la cancha Arthur Ashe, que se llenó porque la organización abrió las puertas ante la poca afluencia de público que hubo en el partido de antes entre Novak Djokovic y el español David Ferrer.

Sin embargo, Azarenka reaccionó en la segunda manga y le devolvió el golpe a Williams, no sin ciertos nervios: dos dobles faltas con 5-2 y 30-0. Pero la estadounidense se reservó para el set final, una batalla de duros y largos peloteos desde el fondo de la cancha en la que costaba ganar cada punto.

Seguía viva Azarenka, que ganó este año en Australia su primer Grand Slam, y salvó dos pelotas de break en su primer servicio de la tercer manga, en la que se vieron los momentos de mayor brillantez e intensidad de la final, que se celebró con un día de retraso por amenaza de tornado.

La bielorrusa quebró el servicio de su rival en el juego siguiente. Todo marchaba de parte de Azarenka después de un primer set en el que no tuvo armas para contrarrestar la intensidad de su rival, que contó con el apoyo de su hermana Venus en la cancha.

El partido entró en los momentos decisivos y los nervios florecieron en ambos lados de la pista. Azarenka cedió su saque, rompió a Williams al instante, salvó una pelota de break en el siguiente y cuando tenía todo de cara, 5-3 en el tercero, perdió su saque.

La estadounidense terminó imponiéndose y cayó al suelo bajo los focos y el aplauso de la Arthur Ashe. No se lo creía. Azarenka, que terminó secándose las lágrimas, tampoco. Lo tuvo: 5-3 y servicio.

«Sabes que lo tienes cerca y no lo consigues, pero no tengo nada de que arrepentirme. Te sientes triste, pero si analizo lo que pasó me quedo con que fue un gran partido y estuvo cerca».