Una lesión pone en jaque a la internacional del Guardés

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo VIGO / LA VOZ

DEPORTES

Vanesa Amorós puede tener los ligamentos dañados y perderse parte de la temporada

29 ago 2012 . Actualizado a las 11:39 h.

Vanesa Amorós, el fichaje estrella del Guardés femenino para esta temporada, podría tener afectados los ligamentos de la rodilla izquierda. Así lo reconocía ayer la jugadora internacional, que el pasado sábado, durante el amistoso que su equipo disputó frente al Seis do Nadal, tuvo que retirarse al sentir molestias en la rodilla izquierda. «Fue en una acción sin otras jugadoras. Me disponía a fintar y al apoyar noté un tirón», narraba ayer la extremo de la selección española, reciente medalla de bronce en los Juegos Olímpicos.

Desde el sábado Vanesa Amorós se ha sometido a varias pruebas. «En unas me da que tengo rotura y en las otras un esguince muy fuerte», detalla. Para despejar las dudas y decidir cuál es el proceso de recuperación a seguir, este viernes se someterá a nuevas pruebas en Vigo. Tiene esperanzas de que la lesión no pase de ser un esguince y de poder incorporarse a su nuevo equipo en un breve plazo de tiempo.

«No me ha parecido una lesión tan fuerte como para tener afectados los ligamentos, sobre todo porque ya sé como es la lesión», abunda. «Hace nueve años también tuve una lesión de rodilla». Poco tiempo después, apunta, repitió problema en la otra pierna. Quizás esa experiencia es la que hace que la jugadora internacional mantenga la esperanza de que en esta ocasión todo quede en un susto. Por el momento «sigo sin poder entrenar y a la espera del diagnóstico final».

Un revés importante

Si, por desgracia, se confirma la rotura de ligamentos, Vanesa Amorós deberá estar en dique seco durante un tiempo. La primera vez que sufrió una lesión de rodilla ya estuvo apartada de las canchas durante cinco meses. Si los peores augurios se confirman, el Guardés se quedaría sin su referente hasta bien entrada la temporada, una cuestión delicada teniendo en cuenta que la experiencia de la jugadora era una de las principales armas del equipo para luchar por la permanencia.

«En unas pruebas me da que tengo rotura y en las otras, un esguince muy fuerte; sigo sin entrenar a la espera de diagnóstico»