Marchena, capitán general del Deportivo

Xurxo Fernández Fernández
xurxo fernández REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

El central exhibió galones y contundencia desde su estreno en Riazor

13 ago 2012 . Actualizado a las 22:51 h.

El técnico define a su pupilo: «Nos aporta experiencia, trayectoria, jerarquía, fútbol...». El futbolista (Riki), a su compañero: «Es un jugador muy experimentado que nos va a dar mucho tanto dentro como fuera del campo». Y la grada, a su nuevo ídolo: «Marchena, saca el machete». Todo, en el entorno de un Trofeo Teresa Herrera que sirvió para el breve (dejó el campo en el descanso) y contundente estreno del nuevo capitán general del Deportivo. No ha sido una elección democrática, más bien una imposición de la que no faltaron indicios el sábado por la noche en Riazor.

«A mí, Evaldo, a mí». Carlos Marchena se desgañitó pidiendo al lateral de su banda (la izquierda) que le buscara en el saque de banda. El portugués, despistado todavía, trató de jugar con Juan Domínguez y la bola se perdió en pies del atlético Mario. «A mí, Evaldo, a mí», se volvió a escuchar de inmediato. Poco después, Riki tuvo que retirarse del campo y se pasó un buen rato esperando junto a la línea a que el árbitro autorizara su regreso. Mientras, el ex del Villarreal no cesó de hacerle gestos para que se diera prisa en volver al terreno de juego.

No hay contemplaciones ni con los nuevos ni con veteranos como el delantero de Aranjuez, rendido a Marchena desde su llegada, como quedó claro en la rueda de prensa que dio el pasado viernes: «Ha sido un gran acierto haber traído a Carlos por lo que significa. Es un jugador experimentado en Primera que nos va a dar mucho tanto dentro como fuera del campo. Y es un honor tener un campeón de Europa y del mundo en tu equipo».

La grada de Riazor avaló las impresiones del delantero en su primer encuentro con el nuevo fichaje deportivista, que debutó con la camiseta blanquiazul con Aythami como compañero. El canario, acusado de indolente en ocasiones, ha encontrado su alter ego. El hombre que el sábado portó el 4 se ganó una amarilla en el minuto 16 y pudo haber visto la roja antes de la media hora. Su entrada hizo volar a Falcao y el árbitro se acordó de que era un amistoso antes de acercarse al defensa para reprocharle la acción. La afición tomó el camino contrario. «Marchena saca el machete», corearon desde la bancada de general, enardecidos con la dureza de su nuevo referente.

Una contundencia que ha pasado factura a Marchena, aunque no tantas veces como su fama haría pensar. En sus 358 partidos oficiales con el Valencia, el andaluz vio 103 amarillas (una cada tres encuentros y medio) y 10 rojas, tres de ellas en la temporada 2008-2009, la más bronca en su historial. Con el Villarreal, fueron dos expulsiones y 19 amonestaciones en los 45 duelos que disputó.

Una larguísima trayectoria (a la que hay que sumar dos temporadas en el Sevilla y otra en el Benfica) en la que se forjó la personalidad de un futbolista que aporta «mucha jerarquía, mucha tranquilidad y mucho dominio de todas las facetas del juego», según su técnico. Un Oltra feliz de tener a su servicio a alguien que «ha ganado Eurocopa, Mundial, dos ligas, una UEFA, un Teresa Herrera...». Currículo fabuloso el del nuevo líder del Dépor de Primera.