Histórico en causa de disolución

Luis Manuel Rodríguez González
LUIS M. RODRÍGUEZ OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

PABLO ARAÚJO

El Ourense queda al borde del abismo sin un relevo para Seoane en la presidencia

20 jul 2012 . Actualizado a las 07:15 h.

Lo avisó el pasado 4 de junio y, aunque muchos parecían no creérselo, Manuel Seoane -y su consejo de administración en pleno- dimitieron en la tarde de ayer. Como quiera que no se atisbaba sustituto y tampoco hubo golpe de efecto de última hora, la situación de la sociedad anónima deportiva se torna delicada, aunque todavía queda abierta una última opción.

La explicó con detalle el secretario del elenco recto, Eduardo Sánchez: «A partir de ahora, la sociedad está en causa de disolución, tiene paralizado su órgano de dirección y, por tanto, lo que marca la Ley de Sociedades de Capital es iniciar la causa de disolución».

Se extendió más aún el mismo Sánchez González para explicar los pasos a seguir: «Lo que marca la Ley es iniciar uno de los dos tipos de proceso de disolución, la legal o la judicial; la primera puede adoptarla la junta general y la segunda en un juzgado. Este consejo de administración ha sido escrupuloso en cada paso y contempla el convocar una junta ordinaria, donde se incluya en el orden del día el acuerdo de disolución».

En este último caso, procedería nombrar liquidadores y, sería en ese momento cuando ya no habría vuelta atrás para el Ourense. La citada junta de accionistas es el órgano soberano de la sociedad y, si en esa convocatoria ordinaria no es capaz de nombrar nuevos gestores, el futuro del histórico club de O Couto estará abocado a un inesperado final.

Pese a que la convocatoria extraordinaria de ayer no admite capítulo de ruegos y preguntas, Seoane no puso impedimento a que se manifestaran los accionistas e incluso de hizo pública una petición para que los accionistas mayoritarios del club pusieran a la venta sus participaciones. El regidor dimisionario puso los títulos que representaba en la asamblea a disposición de cualquier persona dispuesta a responsabilizarse del club, pero ese tampoco fue el estímulo suficiente para encontrar una solución.

Efectos inmediatos

El período de liquidación de la sociedad anónima es todavía mayor y, de hecho, podría prolongarse durante más de un año, en el cual no se extingue y mantiene su personalidad jurídica, así como la validez de sus contratos, pero a nivel funcional, el vacío de poder prolongado en la sesión de ayer es un duro golpe para la viabilidad de un Club Deportivo Ourense, que ni siquiera ha iniciado su campaña de captación de abonados y ha suspendido la confección de su plantilla en un momento crucial en el mercado de Segunda B.

El secretario del consejo de administración era claro también al definir la situación actual del club: «No hay órgano de dirección, no hay quién dirija la sociedad y tampoco hay a quién dirigirse».

De ese modo, al margen de los plazos legales, la capacidad de maniobra de la escuadra rojilla queda reducida al mínimo, sin olvidar la preocupación que se cierne sobre su continuidad en pleno mes de julio.