Wiggins gana la contrarreloj y aumenta su ventaja como líder del Tour de Francia

Agencias

DEPORTES

JEAN-PAUL PELISSIER

El corredor británico tiene una renta de 1:53 minutos con respecto al australiano Cadel Evans

10 jul 2012 . Actualizado a las 15:56 h.

El británico Bradley Wiggins aumentó su ventaja como líder del Tour de Francia al imponerse en la novena etapa, una contrarreloj de 41,5 kilómetros entre las localidades de Arc et Senans y Besançon.

Líder de la ronda gala desde el sábado y máximo favorito al triunfo final, Wiggins dispone ahora de una renta de un 1:53 minutos con el australiano Cadel Evans, campeón en el 2011 y máximo rival del británico por el maillot amarillo.

Tercero, a dos minutos y siete segundos, marcha el compatriota y compañero de Wiggins en el equipo Sky Chris Froome, que finalizó segundo la primera gran cita de la ronda ciclista más prestigiosa del mundo.

El suizo Fabian Cancellara, líder del Tour 2012 los primeros siete días y campeón olímpico de contrarreloj en Pekín 2008, quedó tercero en la crono. Mañana será el primer día de descanso del Tour, que finaliza el 22 de julio en los Campos Elíseos de París.

El duelo Wiggins-Cadel Evans no tuvo color desde el inicio de la cronometrada. El líder del BMC no encontró el golpe de pedal e incluso fue superado por su compañero estadounidense Tejay Van Garderen y por el francés Sylvain Chavanel. El vuelo rasante de Wiggins, que rodó a 48,4 kms/hora para conseguir su primera victoria en el Tour, endosó dos minutos a rivales como Vincenzo Nibali y Denis Menchov.

Haimar Zubeldia se defendió con buena nota con un decimotercer puesto a 2.20, y además asume ya la jefatura de filas del Radioshack y peleará por la general, donde es sexto a 3.19. Luis León Sánchez (Rabobank), campeón de España contrarreloj, terminó a 3.08 de Wiggins y Alejandro Valverde (Movistar), desde hace días en caída libre, a 4.01.

El recorrido de la primera cronometrada larga del Tour era exigente, con un pequeño puerto de 3,4 kilómetros al 4,5 por ciento. La primera referencia esperada era la de Fabián Cancellara, favorito por derecho propio. El suizo desplazó a Tony Martin, el campeón del Mundo y fijo el crono en 52.21, marca a batir. Cerca de ese tiempo se quedó el estadounidense Tejay Van Garderen, mejor tiempo hasta entonces en todo el recorrido menos en meta, donde cruzó a 9 segundos.

Sólo máquinas a la altura de la Locomotora de Berna podrían cambiar el guión. Pero faltaban por salir la pareja atómica del Sky. Abrió camino Froome y marcó el mejor tiempo en el Km 16, 31 y en meta. El segundo en la Vuelta 2011 brilla en la montaña, ganó en la Planche des Belles Filles, y destaca en contrarreloj. Una joya de presente y futuro. Mientras Evans se iba dejando tiempo, y el Tour en cada kilómetro, salió en último lugar, vestido de amarillo, Bradley Wiggins, que fue superando uno a uno los tiempos intermedios de Froome. Inamovible sobre la bicicleta, de una pieza, rodó a otro nivel, superior, subrayando su dominio y el de su equipo en un Tour que ya tiene a tiro. En Besançon. la ciudad de la relojería, puso en hora su cita con el primer escalón de París.

«Era muy importante reconocer el terreno e hicimos vídeos del recorrido porque era difícil. Mi posición en la bicicleta procede de la pista y además hemos trabajado mucho en el túnel de viento para mejorar la posición», dijo. El trabajo de laboratorio va dando sus frutos. Wiggins lleva un año dorado, en el que se ha convertido en el primero en ganar la París/Niza, Tour de Romandía y Dauphiné en la misma temporada. En el Tour acaba de apuntarse la novena victoria del año, y lleva camino de convertirse en el primer británico de amarillo en la capital francesa en toda la historia de la carrera. Las cuentas le salen al líder del Sky, ahora más cerca del cielo.