Una carrera hacia el podio

Nino Soto PONTEVEDRA / LA VOZ

DEPORTES

Empezó a entrenar con asiduidad este año y fue octavo en el Nacional cadete

07 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Vistió el kimono de kárate, jugó al balonmano, al baloncesto, al fútbol, hizo natación y empuñó la raqueta de tenis durante cinco años. Ninguno de estos deportes saciaba su apetito hasta que se tropezó con el atletismo. Con 15 años cumplidos en abril, al pontevedrés Jorge Puig solo le apasionó el deporte que dominan genios de la talla de Rafa Nadal. «Me gustaba mucho el tenis, pero acabé cansándome», señala el adolescente.

Es madridista y admite que le costó un poco más abandonar la práctica del fútbol. Calibró en una balanza la satisfacción del deporte rey y del atletismo. Dictó sentencia y en ella triunfó el tartán.

Aunque su interés por las carreras despertó con la invitación de un profesor de Educación Física en el Sagrado Corazón de Pontevedra hace tres años para competir en pruebas populares, no fue hasta principios de este mismo año que Jorge Puig se entregó en cuerpo y alma a las pistas de atletismo. «Había participado en carreras de cross y me gustaba», precisa el estudiante de 3º de la ESO.

Así fue como empezó a flirtear con la Gimnástica de Pontevedra, al tiempo que seguía compitiendo en carreras de campo a través a título individual. Se preparó en las distintas distancias (1.000, 6.000, 300 y 100 metros), y también realizó saltos, sobre todo, de longitud. Ayer se estrenó en el salto de altura.

Descubrió sus cualidades para la carrera de 1.000 metros en un campeonato celebrado en las pistas viguesas en febrero. «Finalice segundo y me encontré muy bien en la prueba», sostiene Jorge Puig, que luce con orgullo el escudo de la Gimnástica de Pontevedra.

Desde entonces, descifró como un enigma el camino a seguir. «Empecé a entrenar muy duro con el objetivo de alcanzar la mínima en los 1.000» para disputar el Campeonato de España cadetes.

Mínima para el Nacional

La marca estaba fijada en los 2 minutos y 46 segundos. Logró rebajarla. Y aunque son pocos los meses que lleva entrenando esta distancia, acabó octavo de España.

Durante el curso escolar, Jorge Puig entrena cinco veces a la semana, dos horas diarias. En verano, y una vez finalizada la temporada, se ejercita durante tres sesiones de preparación semanales. «Aprovecho y también voy a correr con mis amigos», subraya.

La próxima temporada el reto será doble, puesto que alcanza la categoría juvenil. Ahora que la distancia de 1.000 metros empezaba a formar parte de su vida, tendrá que aumentar su resistencia en un 50 %. La modalidad juvenil ya es la misma que la absoluta, por lo que competirá, seguramente, en las carreras de 1.500 metros, la prueba estrella del medio fondo.

3.000, 1.500 y 800 metros

«Supongo que me centraré en los 1.500 -apunta-. Es lo más parecido a los 1.000, ya que las otras dos pruebas son distancias de 800 o de 3.000 metros».

De momento, todavía no ha empezado a preparar el 1.500. «Me imagino que lo haremos después del verano», detalla.

Desea que su apuesta por el atletismo sea recompensada con su salto de la categoría juvenil a la júnior, promesa y absoluta. «Espero seguir compitiendo», explica, para matizar que todavía no ha descubierto a su ídolo sobre el tartán. Ni Fermín Cacho, ni el marroquí El Guerrouj, ni el keniata Lagat, ni el argelino Morceli.

Es un buen atleta y un buen estudiante. «Saco buenas notas», afirma. Le gusta escuchar música, sobre todo rock, así como a Nirvana, y confiesa debilidad por la literatura fantástica y de aventuras. Acaba de devorarse la trilogía de Los juegos del hambre de la estadounidense Suzanne Collins, y la también trilogía de Memorias de Idhún de la valenciana Laura Gallego.

No suelta su pasado futbolero. Y aunque dejó la disciplina del equipo del Sagrado Corazón este año, disfrutó con sus amigos del triunfo de España en la Eurocopa. Le gusta la calidad de Iniesta, aunque su referencia futbolística siempre será el exmadridista Raúl. «Era un jugadorazo, y además es buena persona», sostiene.

En las pistas de atletismo, su proyección es incuestionable. Su entrenador, José Córboba, confía en que se convierta en un atleta de alto nivel. Jorge no quiere defraudarlo. «Trabajaré y me divertiré para ser un gran atleta», concluye.

jorge puig atleta de la gimnástica que compite en 1.000 metros