Héroes de corazón rojiblanco

Marcos Pichel LUGO / LA VOZ

CDLUGO

Los jugadores del Lugo firmaron una conexión única para lograr el ascenso

28 jun 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Historia 21 futbolistas inolvidables

Todos lo dicen: el éxito del Lugo lo ha sido por la consecución de una unión sin fisuras en el seno del vestuario. Por conformar un plantel de amigos, mutados en héroes para siempre en el corazón de la hinchada rojiblanca. Los llantos de los futbolistas en su despedida, las camisetas con dedicatorias regaladas entre todos, son solo un indicativo de la conexión a la que llegaron.

Escalona

Talla inmensa en el momento clave. Condicionado por la lesión en pretemporada, estuvo a la sombra de Diego Rivas. Mostró su inmensa talla en la final.

Diego Rivas

Se destapó un gran portero. Le tocó asumir el rol principal. Y se destapó como un meta de grandes reflejos. Se lesionó contra el Baleares en Palma, en un partido en el que salvó al Lugo.

Aitor

El corredor infatigable. Pese a un comienzo irregular, al final se hizo con la titularidad en el lateral derecho. Defensor pegajoso y de carrera infatigable.

Manu

Monumento al capitán. «¡Hay que hacerte un monumento!», le decía Setién tras marcar el penalti del ascenso, y es imposible no emocionarse al recordar su llanto a la carrera. Solo no jugó un partido. Un ejemplo.

Fran Pérez

Velocidad y contundencia. Cuando tuvo la oportunidad se mostró como el central más contundente. Una lesión contra el Baleares le apartó de la final.

Belfortti

La serenidad del pulso firme. No se le recuerda un solo gesto brusco en su trato al balón, en sus salidas a por los atacantes rivales... Un baluarte en la fase de ascenso.

Víctor marco

El comodín en la zaga. Este año jugó solo como central, y fue siempre el elegido por Setién para el puesto zurdo. Una lesión lo alejó de la titularidad.

Garrido

La fuerza y el golpeo de cabeza. Le tocó banquillo buena parte de la Liga. Aprovechó todas sus oportunidades para mostrar su fuerza, insuperable por alto.

Pita

El motor. El Lugo jugó a lo que él quiso. Si estaba bien, el balón circulaba y los rojiblancos dominaban. Su partido de ida contra el Cádiz, para enmarcar.

Zarandona

Recorrido y entrega. Sus oportunidades fueron pocas. En la fase apareció como titular en Éibar y Palma, y destacó por su recorrido y entrega.

Rubén García

La experiencia. Se volvió casi imprescindible en el tramo final. Su principal virtud, darle pausa al juego con su gran calidad.

Quero

Verticalidad y velocidad. Dueño del ataque diestro. Vertical y rápido, sus goles en la promoción dieron alas al equipo.

Luismi

Expresión de calidad. El penalti que transformó en Cádiz lo define: clase a raudales y tranquilidad en el momento clave. Suplente, siempre rindió.

Liru

Intermitencia. Sus ganas de agradar, de rendir, le condicionaron, pues precipitó sus recuperaciones tras lesionarse.

Iago

La voz de la cantera. Es el símbolo de que los de casa también pueden tener sitio. Su rendimiento y determinación ocultaron su condición de juvenil.

Iván

Un año en el ostracismo. Pasó de imprescindible el año pasado, de héroe para los aficionados, a no contar apenas para Setién.

Belencoso

La furia. Sus celebraciones reflejan su carácter: entrega, rocoso entre los centrales... Y goles en el momento cumbre.

Berodia

De ídolo a secundario. En el arranque del curso mostró su repertorio de clase a raudales, pero se fue apagando, y desapareciendo de los planes de Setién.

Isma

Talento y reivindicación. En Lugo pasaba un tren para reivindicarse como el superclase que es, y lo cogió al vuelo, camino de Bilbao en Primera.

Javi Rey

La elegancia. Juega con esmoquin. Como Isma, en Lugo se reivindicó. Cuando estuvo con confianza fue insustituible.

Monti

A todo campo. Todocampista. Para Setién, necesario. Jugó en ataque, en creación y en defensa. Y cumplió siempre.