Casillas, capitán de la Cibeles

La Voz JAVIER BRAGADO |

DEPORTES

El guardameta protagonizó la celebración con sus gestos, su caída y el tradicional símbolo de anudar la bufanda a la estatua.

04 may 2012 . Actualizado a las 00:02 h.

Ni Mourinho. Ni los brasileños. Ni Cristiano Ronaldo. Fue Iker Casillas quien emergió como animador de las celebraciones del título del Real Madrid con su omnipresencia, sus minutos extravertidos y la coronación de la fiesta con la bufanda al cuello de la diosa Cibeles. El capitán, que había asumido un papel secundario durante el resto del año, se desquitó ante los aficionados madridistas con múltiples muestras de afecto en la celebración del 32º título de Liga del Real Madrid.

«Nos llevamos fatal...», ironizó el portero mostoleño en facebook con una foto con el técnico José Mourinho antes de iniciar el desfile por el paseo de la Castellana. Subió el primero en solitario al autobús descapotable con matricula personalizada 'R-Madrid' y decorado con imágenes de los jugadores. Mientras esperaba, sus compañeros insistieron en sus apoyos al entrenador. «Esta foto sí que es con otro grande...le pese a quien le pese... El gran Mou...», compartió Sergio Ramos en twitter.

También Álvaro Arbeloa publicó una imagen con el entrenador del Real Madrid y un mensaje dirigido a sus críticos: «Y esta foto, con nuestro cariño, para la YIHAD MADRIDISTA!!!!!! ;-) ¡HALA MADRID!».

La lluvia pareció desanimar a los pocos aficionados que les escoltaron hasta el Palacio de Correos. Aunque los brasileños del equipo trataron de levantar el viaje por el Paseo de la Castellana. El bromista Marcelo y Pepe comandaron en primera línea la alegría que trataron de prorrogar Di María, Adán, Khedira y Özil al frente de la comitiva blanca. Fotos, vídeos y Mourinho enseñando el dedo a los madridistas -esta vez el pulgar- salpicaron el trayecto más deslucido sobre el autobús con el lema en sus paredes '32 Real Madrid'.

Sin embargo, fue la llegada a la plaza de la Cibeles la que disparó la euforia de los miles de aficionados que les recibieron a gritos. «Así, así, así gana al Madrid», fue el cántico de bienvenida. Banderas, más paraguas que camisetas oficiales, gorros y hasta una muñeca hinchable con el nombre de Shakira a la espalda enseñaron el camino de la fiesta.

Incluso el sol apareció para vivificar la verbena.

Entonces los futbolistas dejaron a un lado sus teléfonos móviles para festejar con sus seguidores. En el lugar en el que tradicionalmente celebran los aficionados los títulos del Real Madrid los deportistas, cuerpo técnico y hasta alguno de los hijos de Mourinho desfilaron por una pasarela situada alrededor de la estatua de la Cibeles con las reseñas: 'Campeones 32 Ligas' o 'Gracias madridistas'. Agitaron sus bufandas y sus banderas, saltaron con Mourinho, sacaron a Xabi Alonso de su seriedad habitual y corearon con sus aficionados el 'hit' de la tarde: 'Campeones, campeones'.

El show de Casillas

Pero de entre todos destacó Iker Casillas con celebraciones en solitario, gestos particulares de dedicación a los presentes para finalmente, embriagado de alegría, besar el escudo de la camiseta conmemorativa personalizada para el acto. «Todo es por ellos. A mí me da igual», explicó muy animado Iker a Real Madrid Televisión. La anécdota más comentada ocurrió cuando Casillas se cayó en pleno desfile alrededor de la Cibeles. Fue el clímax del jolgorio.

Solo Pepe pareció restar protagonismo al show del capitán cuando se saltó el protocolo para rodear la estatua y acercarse a los aficionados.

Le siguieron algunos compañeros a la carrera mientras Casillas se dedicaba al casi sacramental proceso de anudar una bufanda alrededor del cuello de la escultura. Tras el parsimonioso proceso, el portero se despidió agarrado a Cristiano para despedirse de los aficionados después de una hora de festejos en la que el portugués otorgó el primer plano a otros.

Una vuelta de honor del autobús al lugar bastó para coronar el evento.

Dos caballos blancos de seguridad abrieron el camino de la despedida con el solemne himno madridista cantado por Plácido Domingo en el camino de celebraciones más íntimas o compartidas solo en las redes sociales.

Mourinho, más sonriente de lo habitual, se limitó a decir: «Trabajamos para dar alegría a la afición». Dos horas de alegría y embelesamiento entre aficionados y jugadores que sellaron con el éxtasis de Casillas el deseado título blanco a pesar del regusto amargo de la eliminación en las semifinales de la Liga de Campeones. «Lo hemos pasado fenomenal», resumió un Cristiano Ronaldo eclipsado esta vez en el espectáculo por su capitán.