Al final el Madrid se quedó helado en Moscú

Ignacio Tylko (Colpisa)

DEPORTES

SERGEI KARPUKHIN / REUTERS

El equipo de Mourinho se deja la victoria tras encajar un gol en el último minuto

21 mar 2012 . Actualizado a las 22:57 h.

Tan sencillo lo vio el Madrid ante un CSKA flojo y poco rodado que cometió el grave error de dejarse llevar antes de tiempo en lugar de tomar Moscú y sellar su pase a cuartos. Debió dejar el partido del Bernabéu en una anécdota pero ahora le queda cierto trabajo por delante. Un castigo por no hacer lo que le caracteriza en la Liga: arrollar al enemigo y no perdonarle la vida jamás.

Cuando el partido agonizaba y quien más y quien menos ya pensaba en volver al calor del hogar, los merengues se distrajeron en un balón aéreo. Permitieron dos toques de cabeza y el remate claro del sueco Wernbloom. Un tanto que no hacía justicia porque Iker Casillas no había tenido que hacer una sola parada, pero que provocó malestar a Mourinho. Es el primer tanto que encaja el Madrid lejos de casa en esta Champions y el primer partido que no gana.

En el típico duelo incómodo por el frío y el diferente bote del balón en el césped artificial, los detalles deciden. Y esas particularidades tienen mucho que ver con la calidad técnica, el oficio y la fuerza mental, esa que reclamó el técnico luso y que a sus discípulos les faltó para matar el choque.

Candidez

Los rusos son buenos y disciplinados atletas, pero muy cándidos y acusan su larga pretemporada, en la que huyeron del 'general invierno' para refugiarse bajo el sol que ilumina el Mediterráneo. Corren mucho y presionan bien pero apenas amenazan en ataque. Y no progresan adecuadamente por más brasileños y africanos que fichen a golpe de petrodolar.

Hoy por hoy, el marfileño Doumbia y el nigeriano Musa son poca cosa para poner en apuros al club con mayor presupuesto del mundo. En cambio, los de Mourinho son fenómenos de la naturaleza que normalmente avasallan. Si no golearon en Moscú es, sencillamente, porque no lo necesitaban y sabían que siempre les quedará la vuelta.

Cristiano Ronaldo le costó 96 millones al club pero con el tiempo saldrá barato, no como Coentrao, con el que Mou casi siempre cuenta en los grandes partidos aunque no termine de cuajar. Con media ocasión, al delantero luso le basta para hacer gol. No entiende de campos malos ni de temperaturas gélidas. Estaba el partido muy dormido, sin que apenas ocurrieran acciones reseñables, hasta que al portugués le cayó un balón y lo golpeó de empeine a bote pronto para sorprender al debutante Chepchugov, el tercer portero del CSKA.

Sin Kaká y sin Granero

Ronaldo fue el mejor en un escenario del que guarda recuerdos encontrados. Allí ganó su única 'Champions'. Marcó en la final que hace cuatro años el Manchester United le ganó al Chelsea, pero falló un penalti de la tanda que le dejó cabizbajo pese al título conquistado por los errores de Anelka y Terry.

Esta vez, el bonito remate del futuro Bota de Oro, que igualó a Morientes como segundo máximo artillero del Madrid en 'Champions' con 17 goles, vino precedido de dos errores pueriles de la zaga. Beretutski estuvo tan lento que Higuaín le robó la cartera y el lateral Shennikov intentó un despeje heterodoxo que dejo el disparo franco al matador Ronaldo. Un gol a la rusa, imperdonable en esta competición que marcó el partido y, seguramente, la eliminatoria.

Hasta el tanto, casi a la media hora, el Madrid estaba en fase de adaptación. Jugaba sin Kaká y con Callejón, más rápido y sacrificado que el brasileño, y con Khedira, titular porque Mourinho entendió que en Luzhniki habría que abrigarse y con Granero el equipo podría resfriarse.

No había sufrido en defensa pero hasta ese tanto con sabor a caviar solo se había aproximado una vez. Fue gran combinación en la que el portero desvió el disparo de Higuaín y después sacó una mano milagrosa a lanzamiento a bocajarro de Khedira. Salió muy atento el Pipa a pesar de que llegó renqueante y entró casi sin calentar por la lesión de Benzema. El francés intentó volear, le pegó mordida y se lastimó el aductor.

Pocas variaciones en la reanudación

Pocas variaciones en la reanudación. La tropa de Slutski lo intentaba pero se veía imponente. El Madrid erró. Buscó más guardar la exigua renta que en cerrar el enfrentamiento. Aun así, Callejón dispuso de dos excelentes ocasiones, a pase de Cristiano, y el propio Ronaldo estuvo a punto de culminar un gran envío de Xabi Alonso. Hasta en un sembrado, este Madrid debería pasar por encima del CSKA. Pero lo vio demasiado fácil y firmó un empate. Chamartín dictará sentencia.

Ficha técnica:

CSKA de Moscú: Chepchugov, A. Berezutski, V. Berezutski, Ignashevich, Shennikov, Wernbloom, Aldonin (Honda, min. 68), Musa (Oliseh, min. 65), Dzagoev, Tosic (Necid, min. 83) y Doumbia.

Real Madrid: Casillas, Rabeloa, Ramos, Pepe, Coentrao, Khedira, Xabi Alonso, Callejón (Kaká, min. 75), Özil (Albiol, min. 85), Cristiano y Benzema (Higuaín, min. 16).

Árbitro: Bjorn Kuipers (Hol). Xabi Alonso, Wernbloom, Ramos, Coentrao

Goles:

0-1, min. 28: Cristiano.

1-1, min. 93: Wernbloom.

Incidencias: Partido de ida de octavos de final de la Liga de Campeones celebrado en el estadio Luzhniki. -5º de temperatura al inicio. 72.000 espectadores, récord de asistencia.