Gallegos que desafían el límite humano

i. meitín / m. rodríguez VIVEIRO, OURENSE / LA VOZ

DEPORTES

Hilario Arias y Florindo González recorrerán en Lanzarote 7,6 kilómetros a nado, 360 en bici y 84 a pie

01 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Dos deportistas gallegos figuran en la relación de participantes de la prueba de ultrafondo más extrema del calendario en España. El mariñano Hilario Arias, de San Cibrao (Lugo), y Florindo González, de O Carballiño (Ourense), se atreverán el fin de semana con el Doble Enduroman de Lanzarote, una cita reservada para superhombres en la que se combinan las tres disciplinas del triatlón sobre distancias exageradas: 7,6 kilómetros a nado, 360 en bicicleta y 84 de carrera a pie.

Acudirán ambos a la cita con la experiencia adquirida en los Ironman y pruebas de resistencia en las que ya participaron, «nada comparables con esta», advierte el mariñano, y luego de un duro proceso de preparación iniciado hace meses. «Llevo una buena temporada en la que solo vivo para entrenar. Hubo días que empecé a las 7 de la mañana y terminé a las 10 de la noche», cuenta Hilario Arias, preparado para perder «unas 20.000 calorías» y al que sus padres y su esposa le brindarán la colaboración necesaria en el único punto de avituallamiento. «La organización te facilita los alimentos, mayormente hidratos de carbono, comidas limpias para evitar problemas gástricos», explica. Y para beber, agua. «Es lo mejor. Las bebidas isotónicas producen muchos residuos en el estómago», señala.

Para participar, cuenta Hilario, de 32 años y funcionario destinado en León, es necesario presentar un documento médico que acredite un buen estado de salud y firmar una declaración de descargo de responsabilidades, «por lo que pueda pasar».

Son múltiples las estrategias diseñadas y recomendadas para hacer frente a un competición de tanta dureza, pero «ninguna la mejor». «Existen muchos factores que en cualquier momento te echan abajo los plantes», apunta el ultrafondista de San Cibrao, que lleva en mente a Lanzarote un planteamiento inicial desarrollado en función de sus habilidades y capacidad de resistencia.

«Mi idea es hacer solo un descanso de 30 minutos durante las 18 primeras horas, creo que podría soportarlo sin grandes problemas. Si todo va bien espero hacer la primera parada a las 12 de la noche -la prueba arranca a las dos de la tarde- y después completar el recorrido en bicicleta, que acabaría a eso de las 8 de la mañana. Si lo consigo -continúa- me quedarían 20 horas para los 85 kilómetros de carrera, así que podría descansar otro rato y luego seguir hasta el que cuerpo aguante», explica Arias, mentalizado para combatir el sueño y no perder tiempo durmiendo en el puntos de descanso habilitado en los circuitos de bicicleta y carrera a pie. El tiempo máximo permitido es de 38 horas.

Por su parte, Florindo González (1975) es presidente del Club Triatlón Beariz, en O Carballiño, y cada año acostumbra a darse una paliza haciendo carreras que ponen a prueba la resistencia física y mental de cualquier humano. Asegura que lleva desde septiembre preparando esta prueba y lo más difícil, explica, «es entrenar en invierno porque a veces vuelvo del trabajo y cojo la bicicleta a las seis de la mañana para hacer cien kilómetros con -2 grados».

El ironman ourensano señala además que la fatiga mental puede imponerse a la física: «La gran dificultad es recorrer el mismo circuito tantas veces, se te pasa por la cabeza abandonar». Su objetivo, como el de su paisano de San Cibrao, es «acabar. Y a la vuelta, le esperará otra paliza. Porque la prueba, después de cuarenta horas, terminará en la madrugada del lunes. Florindo se cogerá el avión hasta Madrid y desde la capital, viaje en coche hasta O Carballiño, y a la mañana siguiente, al trabajo.

«Mi idea es hacer solo un descanso de 30 minutos en las 18 primeras horas, creo que lo soportaría»

Ultrafondista de San Cibrao

«La gran dificultad es recorrer el mismo circuito tantas veces, se te pasa por la cabeza abandonar»

Ultrafondista de O Carballiño