Más que bonita, La Palma se está convirtiendo para el Breogán en la isla maldita. Nueva derrota y van un montón consecutivas. Mirando la clasificación, el resultado es normal. Ellos van arriba y nosotros, cerca del pozo si exceptuamos a Clínicas Rincón y al desguazado Granada. Y en este punto, hay que repetir que esta es una situación inaceptable. Poco menos que una locura. Y no hablamos del pasado, sino de la actualidad. Los vendedores de humo del club no querrán vendernos que somos más pobres que los palmeros. Aunque son capaces de intentarlo. ¿Al alcance de cuántos equipos LEB está realizar dos cambios como acaba de hacer el Breo? Y hablando de cambios, un nuevo gigante para el juego interior. Más kilos y centímetros, aunque no tantos como los anunciados. Una apuesta valiente en una competición donde las franquicias se configuran con jugadores más ligeros y versátiles. Papa Dia, con una magnífica trayectoria universitaria, no terminó de cuajar en Croacia. Disfrutó de pocos minutos, especialmente en Euroliga. Su agente decidió ponerlo en el mercado y fue ofrecido a media España. Aterriza en Lugo y será necesario que juegue a buen nivel. Por él mismo, si quiere abrirse camino, y por el Breogán. Pero, por favor, que no se repita el clamoroso error del año pasado, cuando lo que llegó era peor que lo que había.
Esta tarde, el Lleida vuelve al Pazo. Otro de tantos que estuvieron arriba y ahora está en la cuesta abajo. Con muy poco, están haciendo milagros. Fueron mucho tiempo primeros, jugando por encima de sus posibilidades. Poco a poco han tomado tierra y ya no solo suman victorias. Pero siguen arriba y, una vez más, debo repetir que creo firmemente en los entrenadores. Y el trabajo de Ricard Casas es insuperable. El Breogán, inmerso en otra Liga -qué pena-, la de conseguir plaza de play off, ya no puede esperar mucho tiempo para empezar a sumar.