De Pontevedra a Vietnam para ser entrenador de fútbol sala

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Adrian Paz Franco, licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, trabaja desde hace seis meses en la ciudad de Ho Chi Minh con el equipo local

16 ene 2012 . Actualizado a las 20:33 h.

Entrenador de futbol sala de Vietnam. Ese fue el futuro que eligió Adrián Paz Franco, que acaba de titularse en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en el 2010. «Recibín a proposta por correo electrónico do adestrador da selección e tras comprobar que non era ningunha broma, decidín dar o paso e marchar para fóra xa que aquí non tiña perspectivas de mellora laboral», explicó el joven, que estos días visita el campus pontevedrés para terminar su tesis de doctorado.

Lleva ya seis meses en Ho Chi Minh, una ciudad con ocho millones de habitantes, y confiesa que a su familia y amigos le preocupaba inicialmente el cambio. «Prácticamente nunca saíra de Pontevedra e chegar a un lugar tan grande fixo que me sentira perdido nun principio. Ata que me acostumei, toda a xente me parecía igual», bromea el jove, que nunca tuvo dudas en la necesidad de salir de Galicia para lograr un trabajo.

Además de como experiencia profesional, el viaje también le ha servido a nivel personal. «Foi aterrar e levar unha cura de humildade ao comprobar que a xente é feliz con pouco, cun espírito de supervivencia innato e sempre con boas palabras», explica Adrán Paz, que recuerda las inundaciones que vivieron sus vecinos al poco de llegar y como se ayudaron entre todos para superarla.

Para comunicarse utiliza normalmente el inglés, aunque en los entrenamientos le acompaña un traductor para facilitar su trabajo. En medio de todas estas visiones positivas, también coloca algo en el otro lado de la balanza: la comida y la temperatura, con una media de 35 grados «o que me impide durmir máis de catro horas pola noite e adestrar a alta intensidade».

Igual de contento que está él con el cambio, también se encuentran en el país asiático con él. Tras su llegada ha logrado que el equipo consiga una medalla de plata en el Sea Games, los juegos que se realizan en el sudeste asiático. Claro que estos resultados son fruto del esfuerzo, porque la falta de medios y material es absoluta. Hasta el punto de que entrenan en un almacén mientras cargan y descargan camiones.

Para compensar, los jugadores se implican en las sesiones al máximo: «son moi sacrificados e adestran ata que non poden máis». Al tiempo que realiza una invitación a todos sus compañeros de profesión a salir fuera de Galicia, recuerda que este puede convertirse en el camino para formar parte del cuerpo técnico de la selección española en un futuro.