Los jabalíes destrozan el campo de fútbol del Estradense

l. g. c. / a estrada

DEPORTES

MARCOS MÍGUEZ

El muro de bloque que rodea la instalación les aportó la intimidad necesaria para pasearse por medio campo y divertirse a lo grande.

14 mar 2012 . Actualizado a las 13:56 h.

De piedra se quedaron ayer en el Club Deportivo Estradense cuando se enteraron de que el campo de fútbol municipal, A Baiuca, había tenido una visita indeseable la noche anterior. No se trató de ladrones ni vándalos de dos patas, sino de cuatro. Una manada de jabalíes -había huellas de varios- decidió darse un paseo por el terreno de juego y saborear el césped y sus aledaños. Por cómo quedó el escenario, se intuye que los animales lo hicieron a conciencia y con tranquilidad. El muro de bloque que rodea la instalación les aportó la intimidad necesaria para pasearse por medio campo y divertirse a lo grande. Tenían todo un estadio para ellos solos, y lo aprovecharon.

La película de los hechos, reconstruida paso por paso por la directiva del club, aventura que los cerdos salvajes entraron enA Baiuca por un portal situado en la parte posterior del campo, cercano al monte y a un aserradero. Se supone que a base de empujones y escarbando bajo el portal franquearon el paso y descubrieron ante sí un inmenso prado en el que fozar. El paraíso soñado.

Ni corta ni perezosa, la familia de jabalíes se empleó primero con la hierba que circunda uno de los fondos del campo, dedicándose a retozar sobre un terreno blando y que se prestaba. «Parecía que andaban buscando trufas», comentaba el concejal Juan Constenla. Pero la cosa no quedó ahí.

El turno del terreno de juego

Como no todos los días se presenta la oportunidad de poner las pezuñas sobre un césped de Tercera, tras retozar en las inmediaciones del campo decidieron saltar la valla que circunda el terreno de juego y se adentraron en la línea de cal. Pusieron a prueba el maltrecho césped de A Baiuca, levantando cual excavadora, metros y metros de hierba. Probaron también la calidad de la tierra de una de las áreas pequeñas, y después, tras saciar sus ganas de fiesta, optaron por la retirada. Ya se sabe que una a tiempo es siempre una victoria.

Ya por la mañana, unos operarios que realizaban unas mejoras en la grada fueron los primeros en ver la desfeita de la noche de fiesta de los jabalíes. Al encontrarse con el presidente del Estradense, y con total inocencia, preguntaron si estaban levantando el césped de A Baiuca. La sorpresa del directivo fue mayúscula, lo mismo que el disgusto al ver el campo. «Os xabaríns tiveron que pasalo pipa, pero deixáronnos o campo impracticable», comentaba.

Tarde de reparaciones

Fueron operarios municipales y gente del Estradense los que intentaron, armados con azadas y paciencia, reparar el despropósito, o al menos disimularlo, sobre el terreno de juego en el que los rojillos y el Ordes se verán las caras el domingo. La esperanza es que la hierba prenda de nuevo y no haya que cambiar las zonas de césped levantadas, algo que, en todo caso, tendría que esperar al menos a la próxima semana.

Por si acaso, y teniendo en cuenta que los jabalíes son animales de costumbres, ayer se afanaban en asegurar la puerta por la que entraron los animales. Ni el Estradense ni el concello están dispuestos a compartir el estadio con los animales. Ellos no se juegan la permanencia en Tercera.