El secreto del éxito de los Gasol

I. Tylko

DEPORTES

El padre de la saga cree que las claves del triunfo de Pau y Marc residen en la educación, la protección y el sacrificio familiar. El más pequeño, Adriá, tiene 15 años y mide 2,02

28 sep 2009 . Actualizado a las 09:35 h.

Ya acumulan seis medallas de oro con España. Cuatro Pau y dos Marc. El hermano mayor, en la plenitud de su carrera, con 29 años. El mediano, con 24. Y la saga continúa. El pequeño, Adrià, tiene 15, y también juega al baloncesto. El apellido y la altura obligan. «Debe llegar a los 2,02 descalzo», desvela Agustí Gasol, el padre de los campeones del mundo, subcampeones olímpicos y recientes campeones de Europa. El progenitor mide 1,95. La madre, Marisa, 1,87. Pau y Marc, 2,15. Cuestión de genética.

La educación, la protección y el sacrificio de toda la familia en un entorno de respeto y naturalidad en el que se siempre se ha respiradobaloncesto, son parte fundamental del éxito. De los hermanos Gasol, y de quienes les dieron la vida.

Valorar los éxitos

«En cierta manera, nos sentimos partícipes, porque intentamos ayudar en lo que podemos y estamos muy próximos a ellos», apunta el padre. La fama, la gloria, esas armas con doble filo que a tantos deportistas les ha costado trabajo digerir, no se les ha subido a Pau y Marc a la cabeza. «Si te dejas llevar por la inercia puedes tener problemas. Los éxitos hay que valorarlos en su justa medida, porque son puntuales. La vida real continúa y ellos se han adaptado muy bien a su estatus de personas conocidas y reconocidas en el mundo del deporte. Saben que no pueden bajar la guardia ni un instante y que deben trabajar al máximo», reconoce el cabeza de familia.

Agustí Gasol debió renunciar a su profesión de ATS. Su mujer, a la de médico. Todo, por acompañar a Pau Gasol hace ocho años y arroparle en su dura aventura en la NBA en Memphis, cuando apenas contaba con 21 años. Tan ingrata y desconocida en sus inicios para un chaval delgaducho a quien no se respetaba. «Ha tenido que luchar y sufrir mucho», recuerda Agustí.

Allí se fueron también con Marc y Adrià. Curiosamente, ahora continúan en Memphis, ya que Marc se estrenó la temporada pasada en el equipo del que su hermano Pau es una atuténtica leyenda. «No nos importó hacer ese esfuerzo para ayudarles y apoyarles». El pequeño estudia en el mismo instituto (el Lausanne Collegiate School) en el que estuvo el ahora pívot de los Grizzlies antes de volver a España para incorporarse al barcelona y con posterioridad al Akasvayu Girona.

«No sabíamos adónde íbamos, pero sentimos que teníamos que ir con él y conseguir que Pau se sintiese como en casa en un país entonces desconocido». La decisión fue un acierto. También se lo agradecen a Marc, que no puso ningún reparo pese a tener a todos sus amigos en Barcelona. Los hermanos Gasol que triunfan con la selección son ahora un modelo para la juventud; para la sociedad en general. Más allá de títulos y medallas (suman 14 en selecciones inferiores y con la absoluta), es de lo que está más orgulloso el padre, «porque son unas personas muy normales, muy positivas, muy honestas, trabajadoras, y que dan un buen ejemplo tanto dentro como fuera de la pista, sobre todo a los chavales».

«Son chicos con una actitud cercana, de trabajo y de disciplina, y con un alto nivel de deportividad y competitividad. Transmiten valores que hay potenciar entre los jóvenes». También son recogidos por el hermano menor, aunque la familia desea ir «poquito a poco» con el niño. En junio se rompió la rodilla y Adrià, «también muy trabajador», aún no tiene claro si dedicarse al baloncesto dado el sacrificio que supone. A su edad, «nadie podía predecir dónde irían a parar Pau y Marc». Los padres también jugaron al baloncesto y sólo querían que sus hijos «practicaran una actividad deportiva con la que se lo pasasen bien y fuese un complemento para sus estudios».