Fuego en el piragüismo gallego

Francisco Pastor

DEPORTES

La dimisión del presidente de la federación es el último episodio de un deporte marcado por las medallas, pero también por luchas intestinas, querellas, agresiones y traiciones

01 sep 2009 . Actualizado a las 02:33 h.

El piragüismo gallego vive en el disparate. Desde hace tiempo, el conflicto, la polémica, intrigas, traiciones y hasta la violencia se han extendido por todos los poros del deporte que más alegrías ha dado a Galicia. Visto lo visto, tener un David Cal con cuatro medallas olímpicas, o un Carlos Pérez y una Teresa Portela, más que un logro, es un milagro. ¿Qué no harían nuestros piragüistas si su entorno no estuviera en permanente guerra civil?

Estos son algunos de los escándalos que han rodeado al deporte de la piragua, con un último hito, la dimisión del presidente de la federación, Tito Valledor, cansado de peleas intestinas y acusaciones de todo tipo.

ENFRENTAMIENTO

La Xunta mantuvo un largo conflicto con David Cal, el mejor deportista gallego

Parece que ha quedado en el olvido, pero no se puede obviar el enfrentamiento que durante varios años mantuvo la Xunta con David Cal. Este conflicto eclipsó otras situaciones que se estaban enquistando y que acabaron por explotar. Pero lo cierto es que en su día, ante el estupor generalizado, la Dirección Xeral para el Deporte de Marta Souto sostuvo un enfrentamiento con el mejor deportista olímpico gallego de toda la historia. Cal tuvo que abandonar el Centro de Tecnificación de Pontevedra y rompió sus relaciones con la consellería de Ánxela Bugallo. En Pekín llegaron a producirse enfrentamientos verbales entre la directora xeral y el entorno de David Cal. El punto álgido de este enfrentamiento fue un comunicado del piragüista en el que pedía a Bugallo que le dejara en paz. Tras la derrota electoral del bipartito, las aguas han vuelto a su cauce y, en cierta forma, han permitido centrar la atención en otros puntos.

VIOLENCIA

A puñetazos con el presidente del Club de Piragüismo Val Miñor

Uno de los casos más lamentables que se recuerdan fue la brutal agresión sufrida en febrero por el presidente del Club Val Miñor, Enrique Prendes, a manos de dos árbitros a la conclusión de una regata. El asunto acabó en los tribunales, que fallaron a favor del agredido, quien argumentó que los puñetazos recibidos fueron bendecidos por Santiago Sanmamed, por entonces presidente de la Federación Española de Piragüismo, quien negó esta versión y ofreció otra bien diferente. Prendes fue durante años responsable de prensa de las federaciones española y gallega.

TRAICIÓN

Sanmamed pierde la presidencia de la española traicionado por sus presuntos apoyos

Tenía atada su reelección. Una sólida mayoría le respaldaba para afrontar su tercer mandato como presidente de la Federación Española de Piragüismo, al frente de la cual logró los mejores resultados de la historia. El día anterior a los comicios, se reunió con sus apoyos alrededor de una cena en el salón de un hotel. Poco sospechaba Sanmamed que en aquella última cena había no uno, ni dos, sino más de diez personas que le engañaron y dieron la presidencia a Juan José Mangas. Perdió la votación 55-45.

JUZGADOS

Acusan al ex gerente de delitos societarios, apropiación indebida y falsedad documental

A finales del mes de junio, saltó el escándalo. El presidente Tito Valledor, presentó una demanda penal contra el que fue gerente durante varios años José Paredes. Se le acusa de haber cometido un delito societario, de apropiación indebida y de falsedad documental entre los años 2001 y 2007. Entre las acusaciones están las de haber pasado alrededor de 40 recibos por repostajes que superaban los 60 litros, la capacidad del depósito del coche de la federación. También se le acusa de pasar los gastos de un viaje de varios familiares suyos o de ciertos desajustes en algunos pagos. En breve comenzará el desfile por el juzgado para la toma de declaraciones.

CRISIS INSTITUCIONAL

El presidente destituye por sorpresa a parte de la directiva de la federación gallega

Desde el enfrentamiento entre el gerente y el presidente de la gallega, las cosas cambiaron mucho en la federación. Hasta el punto que puede hablarse de hasta tres grupos. Uno, el formado por los que todavía apoyan a Paredes y que se escindió del oficialista que lideraba en Galicia Tito Valledor con el apoyo de Santi Sanmamed. Y un tercero formado por el grupo del ex palista Alfredo Bea. La división dejó en situación de debilidad a Valledor que no tuvo más remedio que dar entrada en al directiva a personas cercanas a Bea, quien comenzaba a emerger como hombre fuerte. En el transcurso de un viaje internacional del grovense, recibió la sorpresa de que él y sus afines eran destituidos por Valledor. Incluso se cuenta que Esteban Alonso, del Kayak Tudense, no pudo entrar en las oficinas federativas porque habían cambiado las cerraduras. La reacción de los despedidos no se hizo esperar y pidieron la dimisión del presidente.

DIMISIONES Y COMISIONES

El presidente de la federación gallega dimite

Ayer presentó la dimisión Tito Valledor. Un abandono que era exigido por el grupo de Alfredo Bea, mientras que José Paredes aplaude el guirigay en la sombra. A Valledor se le ha acusado últimamente de haberse lucrado en su estancia en la presidencia. De hecho, dicen que ha pasado por lo menos una factura por valor de seis mil euros, en concepto de comisión por las gestiones realizadas en la consecución de un patrocinador para la Federación Española. Mientras, el propio Valledor se ha despedido disparando con bala. En una carta enviada a los clubes, en la que explica las razones de su dimisión, ataca con dureza a Alfredo Bea, al que acusa de cobrar un «sueldo mensual bien remunerado», como jefe de equipo de la federación española, lo que Valledor considera impropio de un cargo directivo. Igualmente, Valledor califica a Bea de ser un individuo «peligroso y desinhibido, capaz de cualquier cosa por conseguir la presidencia».