El Festifolk Costa da Morte afianza la fuerza y el poder gaiteiro

Patricia Blanco
Patricia blanco CARBALLO / LA VOZ

CULTURA

BASILIO BELLO

La banda escocesa Capercaillie cerró un encuentro promovido por La Voz en Carballo para exaltar la riqueza de la música tradicional

09 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Donald Shaw, miembro fundador de Capercaillie, banda escocesa referente de la música celta y con más de 30 años de historia, decía ayer que las oportunidades se multiplican cuando el público percibe los sentimientos y se da cuenta del poder que tiene la música en nuestras vidas. Más de cien gaiteiros llegados de distintos puntos de la Costa da Morte lo constataron en Carballo durante su participación en el Festifolk. Fueron capaces de congregar a centenares y centenares de personas a su paso, de sacarlos de sus casas, de levantarlos de sus sillas, de sacarlos a la ventana y de que la música tradicional entrase directa al corazón para después mover sus pies.

Para ello no hay más explicación que el sentimiento que arrastra la gaita, la conexión de un lenguaje musical que es el mismo en los pequeños grupos que en las grandes bandas, ya sean O Son do Castro (Cabana), Lembranzas de Bergantiños (Carballo), Inllar de O Couto (Ponteceso), Adro (Baio), Trubisquiñas (Vimianzo), Peta Forte (A Pereiriña, Cee), Castro-Meda (Zas), Farrapos de Cesullas (Cabana), Xacarandaina (A Coruña) o Capercaille (Escocia), grupo que se encargó de cerrar la velada. Hablan el mismo idioma, aunque sea con diferentes acentos. Algo universal. «¡Como nos vai gustar isto!»: la respuesta del público fue clara y el aplauso unánime cundo los gaiteiros entraron en la Praza después de recorrer céntricas calles de Carballo.

La tercera edición del Festifolk Costa da Morte, promovido por La Voz de Galicia y el Concello de Carballo, con el apoyo de la Fundación Luis Calvo Sanz, afianzó ayer la fuerza y el futuro del poder gaiteiro. Ellos le pusieron una banda sonora propia, de raíz, a una comarca que cada vez está más viva, la Costa da Morte.

El Festifolk nació como una exaltación de la música tradicional y, particularmente, de la gaita. Una manifestación de que hay algo que une a las nuevas generaciones -como los integrantes de Druídas da Rolda o de Vintenbaio, que se encargaron de la sesión vermú vespertina- con aquellas que ya pueden presumir de veteranía, como algunos de los tocadores, que anda por los «70 e pouquiño» e incluso más, o como los carballeses Evaristo Vázquez y José Lista, que ayer fueron homenajeados por tantos años siendo guardianes de la música tradicional. Fraguó el espíritu de encuentro. La llamada al futuro suena a gaita en Carballo.

Una «xuntanza» con futuro que alimenta la creatividad cultural en la comarca

BASILIO BELLO

Música y literatura bien pueden ser los pies del escritor Manuel Rivas moviéndose al ritmo de «Baio, que bonito é Baio...», tocado y cantado por jóvenes de esta localidad, con su primer disco ya en la mano, Aínda queda xera. Bien pueden ser también los pies de Mercedes Queixas siguiendo las piezas de Druídas da Rolda, algunas heredadas y adaptadas de la tradición y otras ya propias. O los pies de tantos y tantos vecinos que ayer tomaron la Praza, el jardín municipal y las calles de Carballo para disfrutar del recorrido de más de un centenar de gaiteiros y de los bailes improvisados que tuvo que ofrecer Xacarandaina a petición popular. Bien podría cambiar Rosalía sus versos para decir que la gaita gallega ya no llora, sino que canta «e canta leda», como dijo el delegado de La Voz de Galicia en Carballo, Xosé Ameixeiras, cuando terminó el desfile de grupos.

Marcha al unísono

La fuerza de su música confluyó en la capital de Bergantiños con la cultural: se está celebrando la Praza dos Libros. Las obras quedaron impregnadas así de un momento que de nuevo se volvió a vivir como histórico, el instante en que, iniciada por Evaristo Vázquez, José Lista y el profesor David Puñal, los más de cien gaiteiros concentrados tocaron al unísono la Marcha do Antigo Reino de Galicia. Es el broche emocionante a una jornada de compañerismo, como ya lo fue en el 2015, primera edición, de la mano de Bieito Romero, líder de Luar na Lubre, o en el 2016, con Xabier Díaz, que actuó con las Adufeiras de Salitre. Todavía se recuerda.

Junto con La Voz de Galicia, el Concello de Carballo ha querido apostar por reservarle un espacio al folk en la localidad, con ansia de que el festival se asiente y de convertirlo en un referente. De hecho, como dijo el alcalde, Evencio Ferrero, se ha conseguido que ya tenga entidad propia. La música tradicional fue ayer capaz de recordar a los carballeses que hay un idioma que cuenta la identidad propia. Luciano Calvo, en nombre de la Fundación Luis Calvo Sanz, mencionó la morriña y avanzó una idea clara: habrá más ediciones del Festifolk.