150 años antes de que Amancio Ortega se hiciera un hueco en la célebre lista mundial de millonarios, un puñado de empresarios gallegos ya figuraban entre los más acaudalados. Sus negocios y enredos, en el segundo tomo de «Historias de Galicia»
02 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Eusebio da Guarda es hoy, para el común de la gente, el nombre de un célebre instituto de educación en el centro de A Coruña. Pero en su día fue un potente benefactor que gestionó el legado de un hombre que llegó a acumular una fortuna equivalente a lo que hoy serían 75 millones de euros: Juan Menéndez Fuertes, un esclavista del siglo XIX. Eso, las relaciones que se establecían entre algunos de los personajes que hoy llenan los callejeros gallegos, conforma buena parte de la colección Historias de Galicia que ha compilado Fernando Salgado. Este domingo se entrega el segundo tomo, Comerciantes, fabricantes y banqueros, un libro que revela, por ejemplo, quienes fueron los primeros grandes millonarios de Galicia, mucho antes de que Amancio Ortega alcanzara la cima de la célebre lista Forbes. Casi todos ellos, miembros de la nobleza, como el marqués de Valladares.
Hay también una decena de historias sobre el nacimiento de la banca gallega, muy vincula a las empresas. ¿Alguien sabía que en Galicia llegaron a convivir más de un centenar de entidades financieras? ¿O que ya hubo financieros venezolanos hace un siglo que adquirieron entidades en Galicia? ¿O que existió un banquero millonario y afecto a las revoluciones populares?
Empresarios acaudalados, banqueros industriales... y el nacimiento de las primeras empresas de alimentación. Desde célebres firmas de chocolates hasta la primera fábrica de cerveza (y que no es la que el lector presupone), harineras o las célebres cigarreras, cuando aquello de fumar era algo solo para la élite. Todo ello, el domingo en este segundo libro de la colección.
Sargadelos, cigarros Celtas, las cajas o el champán del país
El segundo tomo de Historias de Galicia rescata el origen o episodios clave de algunas marcas muy reseñables en Galicia, las que hunden sus raíces entre los siglos XVIII y XIX, e inicios del XX. Es el caso de la tabaquera Celta, de Estrella Galicia, del incendio que a punto estuvo de arrasar la industria en Sargadelos, de Galicia Textil, de las cajas gallegas que dieron lugar a la actual Abanca, del champán gallego de las bodegas Ramos, de las curiosas fábricas de pasta italiana La Estrella y La Concepción o de las azucareras de Portas y Padrón.