El premio Mies de arquitectura apuesta por el reciclaje social

miguel lorenci MADRID / COLPISA

CULTURA

Marcel van der Burg | EFE

La remodelación de un edificio de viviendas en Ámsterdam recibió ayer el prestigioso galardón que otorgan la fundación Mies y la Comisión Europea

13 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El premio Mies van der Rohe de arquitectura apuesta por el reciclaje social. La remodelación de un edificio de viviendas en Ámsterdam recibió ayer el prestigioso galardón que otorgan la fundación Mies y la Comisión Europea. Se lo otorgaron a los estudios NL Architects y XVW Architectuur, responsables del rescate un vetusto y gris bloque residencial construido en los años sesenta en la capital holandesa y amenazado por la piqueta. Por primera vez el premio se concede a un proyecto de renovación de un edificio ya existente y no recae en una obra de nueva planta. El premio al arquitecto emergente fue para otro proyecto de viviendas sociales, esta vez en las inmediaciones de la capital de Bélgica. El presidente de la fundación, Daniel Mòdol, destacó que los dos galardones «inciden en la visión y misión social de la arquitectura».

El jurado destacó «la calidad y relevancia del programa de vivienda colectiva». Deflat Kleiburg es un enorme edificio curvado de medio millar de apartamentos situado en el barrio de Bijlmermeer y que sus nuevos residentes rediseñaron junto a los arquitectos siguiendo un máster plan que permitió ampliar las viviendas vertical y horizontalmente. Fue una actuación también urbanística que revitalizó la calle y el barrio con viviendas a un precio más que asequible, unos 1.200 euros el metro cuadrado, una bicoca para los altos precios de la capital holandesa. El consorcio Deflat lo rescató convirtiéndolo en un Klusflat, lo que significa que los residentes renuevan ellos mismos sus apartamentos.

El premio Mies se concede cada dos años y está dotado con 60.000 euros para el ganador.