Las quinielas dan al musical los premios principales, excepto el de actor, que se disputan Casey Affleck y Denzel Washington
26 feb 2017 . Actualizado a las 21:15 h.Hay años como este en que los premios Óscars están cantados. Si nada se tuerce, y parece que será así, el musical La La Land (La ciudad de las estrellas), que ha conquistado el corazón del público y de la crítica, será la gran triunfadora de la noche. La película protagonizada por Emma Stone y Ryan Gosling se ha aupado en el podio de los filmes más nominados -opta a 14 premios- igualándose a Titanic y Eva al desnudo. Este récord la sitúa en una posición privilegiada en una madrugada en la que no se esperan muchas sorpresas, por lo que los pronósticos apuntan a que en el peor de los casos el filme de Damien Chazelle conseguiría al menos siete oscars: dirección, película, actriz, sonido, banda sonora, canción y dirección artística.
Eso si la noche se tuerce, porque también es probable que se lleve los Oscars al montaje y la fotografía, así que los amantes de este musical si siguen la cuenta ya tienen a estas alturas de la gala nueve estatuillas en el bolsillo. Con una más, La La Land igualaría a la mítica West Side Story, que en 1961 se llevó nada menos que diez oscars, lo que la ha convertido en el musical más premiado, y en la segunda película con más estatuillas de Hollywood. En el primer puesto destacan tres filmes muy distintos, Ben Hur (1959), Titanic (1997) y El señor de los anillos (2003), que consiguieron once premios. Es difícil que La ciudad de las estrellas supere esta cifra, aunque hasta el último momento las apuestas están abiertas. La duda sobre todo está en las categorías de vestuario y guion, donde La La Land se enfrenta a Jackie y Manchester frente al mar, respectivamente.
De hecho, este último filme es el que podría darle también el Óscar al mejor actor a Casey Affleck, que fue premiado en los Globos de Oro en la categoría dramática. Y aunque Ryan Gosling lo obtuvo en comedia, las quinielas no lo dan como vencedor esta noche. El dilema, según todos los expertos cinéfilos, está entre el pequeño de los Affleck y el veterano Denzel Washington. ¿Qué tienen en contra los dos? Affleck que ha sido denunciado por una agresión sexual, algo que no encaja bien en el código de la Academia hollywoodiense, y Washington que ya tiene en su poder dos premios Oscars, uno como mejor actor de reparto por Glory y otro como mejor principal por Training Day.
Oscars para Viola Davis
Además, en esta ocasión Denzel Washington está nominado por la cinta Fences, basada en la obra de teatro que él mismo protagonizó años atrás. Una película que habla de la paternidad, de los desencuentros inevitables entre padres e hijos y del papel de la mujer como el alma de la casa. Y que tiene a la maravillosa Viola Davis en estado de gracia. Su credibilidad absoluta será premiada con seguridad, si atendemos a las apuestas, porque todas por unanimidad indican que se llevará uno de los Oscars a la mejor actriz de reparto. Imbatible Davis, que junto a Denzel Washington ejemplifican la fuerza de los actores y del cine afroamericano que paradójicamente triunfa en los tiempos de Donald Trump. A estas dos figuras se sumaría Mahershala Ali, actor de Moonlight, al que dan como ganador de uno de los Oscars como secundario, y Barry Jenkins que por la misma película subiría al escenario para recoger un Oscar al mejor guion adaptado.
De lo que no hay duda es de que además del bum del cine afroamericano, este año será recordado por el hechizo de La ciudad de las estrellas, el musical que ha arrastrado a los espectadores a revivir el cine clásico con su hipnotismo. La La Land es la metáfora de Los Ángeles, la meca del cine, pero es a la vez una expresión que hace referencia a la sensación que nos produce «estar en las nubes». Su director lo ha conseguido dando al filme un tono nostálgico y romántico de la mano de Ryan Gosling y de Emma Stone. Ella es, en esencia, quien sostiene la película, con el mismo encanto y delicadeza de las actrices clásicas, por eso -dicen los expertos- que en la gala no tiene rival y se hará con la estatuilla. Es entonces cuando la metáfora cinematográfica cobrará realidad y Emma Stone debería salir a cantar: «City of Stars... That now our dream/ They’ve finally come true». ¿Se cumplirá ese sueño?