Iván Repila, hallazgo del añorado editor gallego Gonzalo Canedo, regresa a la novela

H. J. PORTO REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Seix Barral llevará el 10 de enero a las librerías «Prólogo para una guerra» y recuperará en breve «El niño que robó el caballo de Atila»

03 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Iván Repila (Bilbao, 1978) vuelve a la narrativa casi cuatro años después. El escritor vasco descubierto por el añorado editor gallego Gonzalo Canedo (Cerceda, 1955-Barcelona, 2013), que apostó fuerte por él y publicó sus dos únicas novelas en el sello Libros del Silencio, ha sido fichado por Seix Barral, del grupo Planeta, que llevará el próximo martes (10 de enero) a las librerías su tercera obra, Prólogo para una guerra. Repila mantiene el tono trascendente (y una cierta carga poética) de El niño que robó el caballo de Atila, una novela breve y medida en la que -el autor ha confesado- Canedo trabajó duro con él para encajar con mimo «sentidos y extensiones». Cuando El niño que robó el caballo de Atila salió a la calle, Canedo estaba ya hospitalizado, pero, incluso desde la cama en la unidad de cuidados intensivos del Clínic barcelonés, se preocupó por testar la recepción que el lector daba a este exigente relato. Murió apenas unos días después, sin poder conocer el éxito que alcanzaría tiempo después en sus distintas traducciones en Gran Bretaña, Corea, EE.UU., Francia, Italia, Japón... Nada tenían que ver el espíritu y el estilo de El niño que robó... -construida con poco más que dos hermanos y un pozo- con el desmadre tarantiniano digno de cómic con que debutó en la novela, Una comedia canalla (2012), como ya avanzaba la portada diferenciada que eligió Canedo y que rompía con la línea más clásica de su colección.

Pues bien, pese a su alto contraste, productoras cinematográficas adquirieron los derechos de ambas novelas para su adaptación a la gran pantalla. Y Seix Barral prevé recuperar en el plazo de un año El niño que robó el caballo de Atila, cuya fuerza fascinó a Elena Ramírez, editora del sello del grupo Planeta, que no dudó en embarcarse en la publicación de Prólogo para una guerra. Repila, dice Ramírez, es «un escritor de una originalidad feroz» y «uno de los autores de mayor potencial de su generación».

Con una sencillez inusual, Prólogo para una guerra relata la pugna que mantienen Zarco y el Mudo, y que es una historia sobre las dos formas de afrontar el dolor: redención o destrucción.

Rescatan «Knockemstiff», deslumbrante debut de Donald Ray Pollock

Canedo, además de una gran calidad humana, tenía un fino olfato como editor. No solo sacó adelante a Repila, sino también a autores tan esquinados como el coruñés Celso Castro (ahora en la nómina de Destino) o la Princesa Inca. Pesaba igualmente su corazón gallego, que latía hondamente en su pecho: Lois Pereiro, Casares y Camba ennoblecieron su excelente catálogo. Pero no por ello dejaba de pescar allende las fronteras patrias. Prueba de ello es que su sello publicó por primera vez en España a Donald Ray Pollock (Ohio, 1954), un narrador entonces de culto y que ahora invade ya las líneas del gusto popular. Su prosa durísima ya quedaba perfectamente patente en su poderoso libro de relatos (cuasi novela) Knockemstiff, con que debutó y que Canedo trajo al español apenas tres años después de su aparición. El 16 de marzo regresará a las librerías de la mano del grupo Penguin Random House, que ese mismo día publicará su novela El banquete celestial.