El fotoperiodista premio Princesa de Asturias reclama «pasión, disciplina y talento» para ejercer su oficio
20 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La frase escrita por Goya en uno de los cuadros de su serie Los desastres de la guerra -«Yo lo vi, así sucedió»- sirvió ayer como hilo conductor del encuentro del fotoperiodista estadounidense James Nachtwey con sus colegas españoles. Les reclamó «compromiso, pasión, disciplina y talento» con una profesión en crisis. «La fotografía era lo de menos, lo importante era lo que podía conseguir la fotografía», señaló Nachtwey al rememorar su trabajo durante décadas en guerras y catástrofes humanitarias a lo largo de todo el mundo. A su juicio, ha sido la pasión -se inició fotografiando en la década de los años ochenta el conflicto de Irlanda del Norte- la que ha movido su trayectoria y le ha llevado a perseguir «de forma radical y extrema» una forma de vida alejada de lo convencional. «No he hecho ninguna otra cosa, me dediqué a esto sin pausa, sin tregua. Cuando empecé, no pude parar», subrayó.
Nachtwey trasladó sus reflexiones sobre la trayectoria que le ha llevado a obtener el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2016 en un debate con más de 40 fotoperiodistas españoles, entre los que se encontraban Gervasio Sánchez, Cristina García Rodero o el premio Pulitzer Manu Brabo. Además, mostró a sus compañeros una muestra de sus fotografías a través de dos series, una captada en Kabul en 1996 durante el asedio de los talibanes y otra en Nueva York el 11-S, dos episodios que la historia acabó vinculando, pese a que, admitió, a veces un fotógrafo no conoce el significado de las imágenes que capta «porque la historia está ocurriendo en ese momento».
Seguir el corazón
A sus colegas mas jóvenes les recomendó ir donde les lleve el corazón «utilizando la cabeza», un consejo de alguien que vive «en las trincheras como vosotros», que nunca ha sido un hombre de negocios y que acumula decenas de facturas sin enviar a sus clientes y para el que el dinero «nunca ha sido una motivación». «Tenemos que seguir informando y presionando para influir en la opinión pública. Hay que seguir con la lucha siempre, ese es nuestro trabajo. Si la sociedad occidental ha tenido conciencia de lo que ocurría en el mundo, es porque los periodistas les han abierto los ojos», advirtió a sus colegas Nachtwey, defensor de «una vocación más que una profesión».
Nuria Espert: «Es un galardón no para mí, sino para el teatro»
Mañana Nuria Espert recogerá el Premio Princesa de Asturias de las Artes mientras triunfa en las tablas con Incendios, una obra sobre la crudeza de la guerra y el perdón que considera uno de los grandes títulos de su vida. Pero para una actriz que a sus 81 años sigue buscando la verdad escénica y superándose en cada papel, el dolor merece la pena. «Compensa porque tenemos la impresión de estar metidos en uno de los grandes títulos de nuestra vida», afirma. Después de Vittorio Gassman, que lo recogió en 1997, Nuria Espert será la segunda actriz que reciba este galardón de las Artes, lo que hace que la ilusión sea aún mayor. «Tengo la impresión de que este no es un premio para mí sino para el teatro y creo que merece la pena darle la solemnidad que tiene, estos premios se lo han ganado a pulso», subraya. El discurso ya lo tiene preparado: «Palabras mías van a ser muy cortas y obvias, y después recurriré a la ayuda de dos grandes autores».