La exposición está formada por los bocetos de los paneles que el pintor valenciano hizo para la Hispanic Society of America
05 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La luz de Galicia es muy distinta a la de Castilla y a la mediterránea. «Espero que haré algo bueno», escribía Joaquín Sorolla, desde tierras gallegas, a su amigo Pedro Gil, según recordaba ayer Felipe Garín, que publicó el epistolario del pintor valenciano y es el comisario de la exposición Sorolla íntimo. Bosquexos da serie ‘Visión de España’. La muestra se inaugura mañana, a las 20 horas, en el Museo de Belas Artes da Coruña. Garín relata cómo Sorolla fue a exponer a Londres y allí sorprendió con su obra al hispanista Archer Milton Huntington, que poco después le encargó decorar las paredes de la biblioteca de la Hispanic Society of America, «una sala que tenía 70 metros de largo por casi cuatro de altura», advierte el comisario.
Cuenta asimismo Garín que en lugar de una historia de España, como pretendía hacer Huntington, el artista lo convenció para pintar una panorámica del país «no folclórica, porque Sorolla rechazaba esa palabra, sino una visión positiva, con escenas de trabajo». Tras calificar de «esfuerzo titánico» el recorrido por España que hace el pintor, el comisario explica que Sorolla «no pinta bocetos pequeños y luego lo hace en grande (Goya sí que lo hacía) sino que hace bocetos parciales de los modelos, los objetos, los lugares». Después de un primer intento de hacer bocetos y más tarde pintar en su estudio para hacer los 14 paneles encargados, Sorolla pasó a pintar sobre el terreno, «colocando en el lugar su caballete de casi cuatro metros de alto», detalla.
Ocho años de trabajo
En el contrato del trabajo, al que dedicó ocho años y que fue tasado en 150.000 dólares, se establecía que los bocetos serían para dicha sociedad. Hace un tiempo fueron enviados a Valencia para su restauración y ahora, antes de volver a Nueva York, podrán ser vistos en Galicia. También se exhibirá un cuadro de los fondos de Belas Artes, El boyero castellano, que es uno de los trabajos previos para el panel sobre Castilla. Los 32 bocetos, que se mostrarán hasta el 8 de enero, también estarán acompañados de dos obras que Sorolla pintó durante su estancia en Vilagarcía: Gaitero gallego y Tipo de Galicia. «Él viene a Galicia con su familia, con lo que solo tenemos alguna carta a Pedro Gil, mientras que de su estancia en el resto de España, como escribía casi a diario a su mujer, tenemos mucha correspondencia», lamenta Garín, para quien esta exposición «es un estudio muy íntimo, pero muy revelador de la manera de hacer de un artista como Sorolla; es muy plástica y muy erudita», concluye.
La muestra da inicio a la gran celebración que vivirá Galicia en los próximos meses con la presencia de la obra de Sorolla (Valencia, 1863-Cercedilla, 1923) en A Coruña: primero en el Museo de Belas Artes y poco después en la sede de la Fundación Barrié, que acogerá desde el 4 de noviembre (y hasta el 26 de febrero) la exposición Sorolla tierra adentro, integrada por 67 pinturas que dan fe de su paisajismo menos conocido, el que realizó alejado de la costa mediterránea.