Claudia Piñeiro: «Siento el gallego y el español como dos lenguas absolutamente propias»

Luís Pousa Rodríguez
Luís Pousa REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

MIGUEL VILLAR

La autora argentina de origen gallego participa estos días en Ourense en el 82.º Congreso del Pen Internacional

29 sep 2016 . Actualizado a las 09:36 h.

De Claudia Piñeiro han escrito que «Alfred Hitchcock es una mujer que vive en Buenos Aires». Autora de una obra narrativa excepcional, la escritora argentina de origen gallego participa estos días en el 82.º Congreso del Pen Internacional en Ourense, donde esta tarde (Afundación, 20 horas) ofrece una charla dentro del ciclo A viva Voz.

-Regresa a Galicia, a Ourense, la tierra de sus abuelos maternos.

-Sí, es la segunda que vez que vengo a Ourense. Vine cuando tenía 26 años a conocer la parte de mi familia materna. Entonces fui a Castro de Laza y Nogueira de Ramuín, de donde eran mi abuelo y mi abuela. En Argentina ellos vivían en la casa de al lado de la nuestra y estábamos todo el rato juntos. Mi abuelo me cantaba canciones gallegas que todavía recuerdo y mi abuela me cocinaba el mismo caldo que, cuando vengo acá y lo tomo, todavía me emociona. Estar en Ourense es muy comprometido emocionalmente para mí porque todo lo que yo tengo de gallega me vino por esta rama de mi familia.

-Argentina surgió de esa mezcla de culturas, desde la gallega a la italiana. ¿Cómo le ha marcado?

-Cada vez soy más consciente de esa mezcla y me siento muy identificada con Galicia. El otro día leía un artículo de Manuel Rivas en el que le explicaba a un alienígena qué es ser gallego. Y cuando hablaba de la melancolía y de la tristeza decía que el gallego tiene esa melancolía, pero que también tiene muchísimo humor. Y yo siempre sentí que mi mamá era la que me había transmitido que en el peor de los momentos hay que reírse de lo que está pasando y terminar a las carcajadas en medio de una catástrofe.

-¿Y durante su infancia se mezclaban los idiomas en su casa?

-En mi familia yo escuchaba hablar a mis abuelos en gallego. Y acá estoy por la calle y oigo hablar en gallego y no estoy pensando que están hablando en otro idioma. El gallego y el español son mis idiomas, mis lenguas, las dos lenguas las siento como absolutamente propias porque la lengua es lo primero que nos transmite una madre y está impreso en nuestro ADN.

-El año pasado publicó «Una suerte pequeña», y dentro de unos meses tendremos una nueva novela suya. ¿Alguna pista?

-Es una novela más del estilo de Betibú, una novela de personajes que se van cruzando. Aunque en Betibú el trasfondo era el periodismo y ahora el trasfondo tiene que ver con la política.

-¿Y habrá toque de novela negra?

-Betibú sí era una novela policial, pero esta es como las otras mías, que tienen solo algún elemento del policial. Y eso me parece que tiene que ver con lo que el policial es ahora: una sucesión de hechos violentos más que el clásico relato de asesinato de quién lo mató y por qué.

-El Congreso del Pen Internacional se dedica a ese cruce entre culturas del que hablábamos, ¿cómo lo está viviendo?

-Es muy interesante el intercambio, conversar con gente de otros lugares y en contacto con otras realidades diferentes, pero siempre con vistas al problema mayor de la libertad de expresión, que es la persecución de periodistas, escritores o blogueros, que son censurados, reprimidos y hasta asesinados.