El Museo de Corme, cuatro años de una utopía hecha realidad

Natalia Pablo, C. A. A CORUÑA / LA VOZ

CULTURA

EDUARDO PEREZ

La entidad persigue el relanzamiento de la colección de arte

28 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«La cultura en Galicia no solo está infravalorada, sino que también está perseguida», concluye Encarnación Pisonero, miembro del patronato de la Fundación Torre-Pujales. Por este motivo, Pisonero participó ayer en la presentación en A Coruña del Museo de Arte Contemporáneo de Corme. Por eso y también porque, según explica la presidenta de la Fundación Torre-Pujales, Cristina Torres, «aunque al principio el museo tuvo una gran aceptación por parte del público, ahora parece que todo está más parado», explica. Y quieren relanzarlo. La idea de esta presentación surgió cuando estas mujeres observaron cómo se hablaba del arte contemporáneo en la Costa da Morte sin nombrar al propio Museo de Arte Contemporáneo de Corme, el único de la comarca y alrededores que reúne esta característica. Como patrona de la fundación, Encarnación Pisonero considera que esta institución sin ánimo de lucro debería gozar de una mayor repercusión entre los visitantes de la zona: «No solo debe ser una parada obligatoria para los habitantes de Ponteceso, sino también para cualquier persona de A Coruña o del resto de Galicia que venga a visitar el concello».

Durante los inicios de lo que Pisonero describe como una «utopía», la gente era escéptica: «Nadie creía que pudiésemos fundar un museo, y menos en una localidad como Corme», dice. Sin embargo, cuatro años después de su apertura, esta utopía se convirtió en una sólida realidad. Ahora, los esfuerzos de esta entidad se centran, en palabras de la presidenta, Cristina Torres, en «darle un empujón al Museo de Corme, promocionarlo y que se lo conozca un poco más, no solo en el ámbito de la Costa da Morte, sino también en el resto de A Coruña y Galicia», anota.

Economía y cultura

Aun así, Encarnación Pisonero y Cristina Torres coinciden en algo: todavía queda mucho trabajo por hacer. Parte del problema, apunta Pisonero, «es que los organismos públicos no reconocen el valor que tienen este tipo de instituciones», aunque, tal y como señala la mujer, el valor del Museo de Corme no sea «exclusivamente cultural, una instalación de este tipo, a largo plazo, también enriquece la zona en la que se sitúa», puntualiza.

El Museo de Corme dio sus primeros pasos en el año 2006, aunque no fue hasta el 2012 cuando la institución abrió sus puertas de forma oficial. Tras la muerte del pintor Julio Pujales, su viuda, Cristina Torres, comprendió que su marido le había dejado una de las mejores herencias posibles: su legado artístico. Para que tanto ella como otros muchos pudiesen recordar el trabajo de su esposo, Torres decidió poner en marcha un museo de arte contemporáneo, un espacio que acogiese no solo las obras de Pujales sino también las de otros muchos artistas.

Muchos fueron los que se acercaron en la tarde de ayer en A Coruña a la presentación. Allí se habló de los inicios, de cómo surgió la idea y de los problemas que las promotoras se encontraron a lo largo de estos últimos años de duro trabajo y dedicación. Pero el sueño de Corme está en marcha.