La californiana The Offspring regaló una «happy hour» en el Resurrection

MAR G. BALSEIRO, iVÁN D. ROLLE VIVEIRO / LA VOZ

CULTURA

Pepa Losada

La cita europea del metal en Viveiro entra a toda revolución en su última jornada

09 jul 2016 . Actualizado a las 19:49 h.

«El Resurrection está siendo demasiado épico, brutal». La madrileña banda de metal Hamlet se despedía ayer de Viveiro agradeciendo al público su entrega y lanzando a los cuatro vientos un reconocimiento al festival: «Sois el mejor festi, un placer tocar aquí». La tarde dejó bolazos como el de Hamlet y los incombustibles Angelus Apátrida, «por siempre, forever», que llevan cinco años descargando toda su energía en el festival viveirense. Hay quien pide que en la próxima edición se conviertan en cabeza de cartel del Resu. O Frank Carter y The rattlesnakes, que además de un directo espectacular, cerraron el concierto haciéndose un selfie con el público a su espalda, todos haciendo una peineta (los cuernos que identifican a los géneros más duros de la música).

Pero lo mejor aún estaba por llegar. Nadie pudo parar de saltar.El Resurrection Fest llegó anoche a su ecuador, y lo hizo con una de las bandas de punk rock más importante de la historia, la norteamericana The Offspring, que se llevó de calle a la peña a golpe de revivir algunos de esos clásicos que la hicieron famosa en los noventa, y con los nuevos temazos que regaló al público. Convirtieron la medianoche de Viveiro en una fiesta sonora que arrancó con Keep ‘em Separated y siguió con un revival de sus mejores temas. «El punk californiano goza de buena salud», opina una madrileña. «No pasan los años por Offspring, está petándole», constata otro. La banda californiana que revolucionó el punk americano ha vendido unos 50 millones de copias de sus discos en todo el mundo, y en el Resurrection quedó claro por qué.

Hubo incluso momento mechero en la noche con All I want; la gente se vuelca, por lo menos quince son manteados a ritmo californiano. Aunque los hay críticos también con su presencia en el festival: «No me creo que estén aquí». Tal vez porque aún le duraba el efecto ciclón que calentó una hora antes ese mismo escenario del Resu.

Gojira, otra de las grandes, no se anduvo con chiquitas ya desde el principio. La banda francesa de groove metal tomó el Main Stage sin limitaciones, incendió literalmente el escenario, y con el público amontonado por miles en el recinto. «Son los más cañeros hasta el momento», gritaba un fiel de la banda llegado desde Barcelona. «Un festival para la historia», «o una descarga brutal», la banda gala ponía la carne en el asador para delirio de sus seguidores.

Y aún quedaba Madball con todo su hardcore-punk de la Gran Manzana. Una noche larga.

La banda francesa Gojira y su «groove metal» incendió antes el principal escenario del Resu

El escenario más grande de este verano en Galicia, para Iron Maiden

La que muchos consideran la banda de heavy metal más grande del mundo, Iron Maiden, llegará a media tarde de hoy a Viveiro para ofrecer a los miles de seguidores que se concentran ya en el municipio de A Mariña su último disco, The book of Soul, en gira por Europa. Desde Praga a Viveiro, la Doncella de Hierro, con Steve Harris y Bruce Dickinson al frente, contará en el Resurrection con el escenario más grande que se montará este verano en Galicia, según la organización. Tiene 26 metros de ancho, por 23 de fondo y 20 metros de alto, capaz de soportar 20 toneladas de luces y pirotecnia, porque ofrecerán el espectáculo completo.

Iron Maiden «puso fácil», en palabras del propio director del Resurrection Fest, tocar en Viveiro. Conocían el festival y les gustó la promesa de la experiencia que combina el paisaje gallego con la música. Aún así, las negociaciones se prolongaron durante seis meses.

El legendario grupo británico revolucionó las redes al tuitear desde el aeropuerto de Alvedro en directo el aterrizaje del avión con parte del equipo y algún músico a bordo. Los componentes del grupo se alojarán en A Coruña, aunque parte del equipo técnico ocupa un hotel en Viveiro.