La obra de Cela revive en el centenario

H. J. P REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Cela, con su única nieta, Camila, en Palma, en el día de su nacimiento, en una foto recogida en el libro de Cela Conde «Cela, piel adentro».
Cela, con su única nieta, Camila, en Palma, en el día de su nacimiento, en una foto recogida en el libro de Cela Conde «Cela, piel adentro».

Nuevas ediciones, rescates, un documental y varias exposiciones celebrarán al escritor

13 may 2016 . Actualizado a las 18:43 h.

Camilo José Cela nació el 11 de mayo de 1916. El próximo miércoles cumpliría cien años. Pronto hará quince de su fallecimiento, y este centenario ha despejado dudas sobre la vigencia de su obra, de repente revivida y que parece que lastra únicamente la imagen negativa que arrastraba el nobel padronés. El director de la RAE, Darío Villanueva, alertaba ayer de la «inmensa injusticia» que supondría que su personalidad acabase por sepultar su literatura: «Una persona que ha escrito cientos de páginas no puede quedar reducido a la anécdota de una frase. Tenemos que tener respeto hacia nuestros escritores y eso significa leerlos y separar la condición humana de la creativa», advertía a Europa Press.

La Fundación Charo y Camilo José Cela trabaja para rescatar al narrador de su propia máscara, de su personaje muchas veces antipático. Quiere que el centenario sirva para dar a conocer la obra, lo único que importa. «Si en la televisión están todo el tiempo con el anuncio de Coca-Cola, la gente bebe Coca-Cola -anota Jorge Cela, hermano del escritor-. A base de hablar mucho por muchos sitios de Camilo, lógicamente, la gente que no lo conociera, lo puede conocer; la que lo conociera poco, lo conocerá más; y la que mucho, a lo mejor decide darse otra vuelta. Ya murió el hombre, se ha hecho una raya, y queda un saldo. Todos tenemos deudas. Pero el saldo de Camilo crecerá en favor de él, de su recuerdo. Sobre todo, por la literatura, que es a lo que vamos. Cervantes era así, era asá, pero lo que importa es el Quijote. Después de echar la raya y ver el saldo, está bien que su hijo [Cela Conde] esté luchando por esto, por difundir su obra».

Es demasiado pronto para poder anticipar un calendario de fastos, admite Camilo José Cela Conde. Las acciones previstas son muchas, pero se están organizando todavía. «Aparte del ciclo de cine, que incluye un documental soberbio, El recuerdo más cercano, realizado por Carlos Agustín y Belén Tánago con entrevistas a amigos y familiares de mi padre, este año -recuerda- ha aparecido una nueva edición de La familia de Pascual Duarte en Destino y en octubre la Real Academia presentará la edición de La colmena que incluye los párrafos quitados por la censura».

Ya recuperados sus derechos como heredero, tras un largo litigio con la viuda Marina Castaño, Cela Conde presenta en Madrid, esta misma mañana, Cela, piel adentro, un retrato muy personal del nobel confeccionado a partir de las cartas de su padre que su madre guardaba. El material inédito que halló entre las cosas de Charo Conde, a su muerte, da una nueva dimensión a lo que ya había escrito en Cela, mi padre. A este libro hay que sumar otro amplísimo trabajo, Cela, retrato de un nobel, que acaba de publicar Francisco García Marquina, poeta y amigo del escritor.

Además, avanza Cela Conde, el año Cela acogerá un curso en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander en agosto, un homenaje de pintores contemporáneos en noviembre y una exposición sobre los grandes momentos de Cela en diciembre (coincidiendo con la entrega del Nobel).

Tres generaciones, el hermano, el hijo y la nieta del narrador, festejan en A Coruña el 100.º cumpleaños

Por decisión de la familia, el 100.º cumpleaños de Cela, el próximo miércoles, se festejará ese mismo día en el teatro Rosalía, en A Coruña. «Cela estaba muy ligado a la ciudad, en donde había vivido en su juventud en casa de su tía María Trulock, hermana mayor de su madre, y su tío, Eduardo Rodríguez-Losada, que era mi abuelo», recuerda el editor Eduardo Riestra, patrono de la Fundación Charo y Camilo José Cela, con sede en Palma y que organiza este encuentro (junto con el Concello coruñés) en el que participarán el hermano Jorge Cela Trulock, el hijo, Cela Conde, y la nieta del escritor padronés, Camila Cela Marty.

Una conferencia de Jorge Cela reivindicando los valores literarios de la novela Mrs. Caldwell habla con su hijo abrirá a las siete de la tarde la cita del Rosalía. La charla dará paso a una mesa redonda familiar, moderada por Riestra e integrada por el hermano, el único hijo y la única nieta del Nobel, quien por cierto no conoció a su abuelo. El escritor, aunque tenía un retrato de la niña en su despacho, por la tensa relación que mantenía con su hijo, solo aceptó verla tres veces: el día de su nacimiento, en el bautizo y al cumplir ella cuatro años. La mesa dará lugar a una escena insólita en un acto público: la reunión de tres generaciones de la familia Cela para hablar en torno a la obra y la vida de don Camilo.