¿Qué tal un descanso superheroico?

Miguel Anxo Fernández

CULTURA

«Capitan America: Civil War» está planteado con rigor y renuncia a la planicie apelando a las emociones personales

04 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Si se trata de garantizar espectáculo y diversión, pues va sobrado de ambos. ¿Acción? Para dar y tomar. Satisfacer a incondicionales de la superheroemanía made in Marvel, también, se supone. Como además se trata de anticipar (y engrasar) la máquina del blockbuster veraniego, Capitán América: Civil War debiera cubrir expectativas en el mercado global, que para eso se gastaron un pastón (desconocemos la cifra oficial). En fin, todo eso, y después de dos horas y media de metraje, invita a una primera reflexión: a estos chicos y chicas les vendrían bien unas vacaciones, pues los mamporros son los mismos y las machadas otro tanto, por mucho que la clave sea cómic y el género, fantástico. Hasta la máquina más perfecta no se libra de eso llamado fatiga de materiales. Pero como tampoco somos aguafiestas, aceptemos que el producto está planteado con rigor, renuncia a la planicie apelando a las emociones personales e introduciendo elementos de thriller, y conjugando con soltura la ecuación inteligencia más espectáculo.

Resulta que Los Vengadores metieron la pata en su última acción y Naciones Unidas pide que se ponga freno a tanto afán destructivo por mucho que se trate de librar a la humanidad de gente indeseable. La propuesta es crear una agencia que los supervise. Vamos, eso tan sobado de que los medios desmesurados no se justifican pese a lo loable del fin. Iron Man lidera a los que están de acuerdo y Capitán América, a los que sospechan de una trampa (anda por ahí un antiguo oficial ruso con un plan siniestro…). En cuanto a entretenimiento es un diez, y no lo son menos algunos toques de comedia a cuenta de Ant-Man y del nuevo Spiderman, así como la introducción de Pantera Negra y la recuperación de Soldado de Invierno. Los hermanos Russo regresan a la franquicia (trabajan ya en la tercera de Los Vengadores, en dos partes hasta el 2019), pero convengamos en que, aquí, media hora menos le habría sentado estupendo al filme. Y quizá Marvel y sus socios no sean conscientes de la conveniencia de administrar la paciencia del espectador por muy incondicional que este sea.