El galeón «San José» se hundió sin mediar ataque, según un experto

juan carlos gomi BOGOTÁ / EFE

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Las crónicas y los relatos aseguraban que el buque se había ido a pique, bien por el asalto de navíos ingleses, bien por una fuerte explosión

11 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El galeón San José no se hundió en las aguas del Atlántico por el ataque de los navíos ingleses, como aseguran las crónicas de la época. Tampoco se fue a pique con todas sus riquezas a consecuencia de una fuerte explosión, como relató en su día el comodoro inglés Charles Wager.

La historia fue otra. Durante la batalla del 8 de junio de 1708, el barco se partió en dos y se hundió sin mediar ataque externo. Así lo sostiene el investigador náutico Daniel de Narváez MacAllister, quien afirma que la razón del hundimiento hay que buscarla días antes del enfrentamiento contra la Armada inglesa.

«Cuando el galeón salió del puerto de Cartagena de Indias hacia Panamá, sufrió un golpe en el bajo de la embarcación que le provocó un daño estructural en el casco», afirma en declaraciones a Efe este historiador que, ya en los años 90, descubrió los restos de la flota del San Roque en el cayo de Serranilla (Colombia).

Los cañones, demasiado juntos

Y para mantener esta opinión se apoya en bitácoras de marineros españoles y en la información del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Icanh), tras el hallazgo del San José el pasado 27 de noviembre en aguas colombianas.

«Llama mucho la atención las fotografías que ha mostrado el Icanh. En una de ellas aparecen cuatro cañones, casi uno encima del otro. Si hubiera explotado, la distancia entre cada uno de los cañones habría sido muy considerable», sentencia.

En el lado opuesto está el caso de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes, encontrada por Odyssey Marine Exploration en el 2007, frente a las costas de Portugal. Sus 36 cañones quedaron esparcidos «en lo que serían cinco campos de fútbol», dando cuenta de cómo se descompone un barco tras una explosión.

En este terreno especulativo, sujeto a la bitácora del galeón y a los datos facilitados por el Icanh, De Narváez incide en el misterio que encierra la carga del San José, sobre la cual los expertos no se ponen de acuerdo.

Según estimaciones no contrastadas, el supuesto tesoro -monedas de oro, esmeraldas, barras de oro y plata- podría estar valorado en 10.000 millones de dólares. Sin embargo, de acuerdo con la investigación de Carla Rahn Phillips, autora de El tesoro del San José, en el barco había entre nueve y diez millones de pesos de a ocho reales, incluyendo plata y oro, a lo que habría que añadir «cierta cantidad de joyas, perlas y otras cosas sin valoración precisa». «La leyenda dice que sí; los documentos sugieren que es posible, pero el tesoro es mucho menos valioso de lo que la leyenda propone», dijo esta profesora emérita de la Universidad de Minesota (EE.?UU.).

Con tesoro o sin tesoro, el debate entre España y Colombia entra ahora en la propiedad del barco encontrado y en la disputa sobre su rescate del fondo marino.

Científicos y académicos como George F. Bass, padre de la arqueología subacuática; Xavier Nieto, Arturo Pérez Reverte o Pilar Luna han mostrado su preocupación por el hecho de que se pueda comercializar parte de la carga según las leyes colombianas.