«Biopic» acartonado y extemporáneo

miguel anxo fernández

CULTURA

«Francisco (El padre Jorge)» parece una película de otro tiempo en tono, en forma y en la simpleza de su enfoque

27 sep 2015 . Actualizado a las 04:00 h.

Más allá de que bien pudieron esperar a que Francisco I consolidara su papado para un biopic mejor redondeado, y de que todavía es pronto para una hagiografía, Francisco (El padre Jorge) parece una película de otro tiempo en tono, en forma y en la simpleza de su enfoque. Es más, en el mal llamado subgénero vaticanista, con filmes dispares, desde El cardenal (1963) a Las sandalias del pescador (1968) pasando por la más reciente Habemus Papam (2011), esta se pondría en la cola por su limitada enjundia al apostar por un encadenado de tópicos y por su pedestre realización, sobre todo en los minutos iniciales, que pareciesen salidos del túnel del tiempo en ambientación, vestuario y la cadencia de ritmo elegida por su autor, el productor, guionista y director, vigués de nacimiento, Beda Docampo Feijóo (1947), aunque buena parte de su carrera haya transcurrido en Argentina.

Sin menospreciar el esfuerzo de Darío Grandinetti, dejando a un lado algunos aspectos cuestionables de su caracterización física, sin duda, la vida de Jorge Mario Bergoglio da para una y más películas por su inusual perfil y la singularidad de su apostolado. Querido por sus feligreses, siempre al lado de los pobres predicando con el ejemplo, el guion lo simplifica casi todo a niveles de parvulario, provocando que el mencionado fantasma hagiográfico planee sobre casi toda la trama. Pero seguro que el jesuita Bergoglio, que ya en el cónclave del 2005 quedó segundo solo por debajo de Ratzinger, tiene claroscuros en su vida. Es humano y quisiéramos verlos.

A mayores, el guion pasa de puntillas sobre el hecho de que quien fue arzobispo de Buenos Aires, y después cardenal, formó parte del juego de equilibrios e intrigas de la curia vaticana, aunque solo fuera por estar allí. Llega un momento en que tanta candidez y tanto olor a santidad producen hartazgo a quienes entienden que el cine es otra cosa. Si con la película se quiere contribuir a la causa bergogliana, tampoco les funciona por su aire catequístico.

Hay, con todo, dos aspectos sobresalientes: la puntillosa recreación en decorado de la Capilla Sixtina y la incorporación de imágenes documentales reales al final. Transmiten verdad, y en dos minutos sabemos más de Francisco I que en la hora y media larga precedente.

Ficha técnica

«Francisco (El padre Jorge)». España, Argentina. 2015. Director: Beda Docampo Feijóo.

Intérpretes: Darío Grandinetti, Silvia Abascal, Leticia Brédice, Carlos Hipólito, Alejandro Awada, Jorge Marrale, Emilio Gavira, Emilio Gutiérrez Caba, Marta Belaustegui.

Biografía. 105 minutos.