Sorrentino, Hsiao- Hsien y Haynes, favoritos para la Palma de Oro

José Luis Losa CANNES / E. LA VOZ

CULTURA

VALERY HACHE | AFP

Cannes cerró ayer con un «Macbeth» que firma el australiano Justin Kurzel, cuya irrupción internacional se produjo aquí, hace tres años, con un brutal drama de violencia atmosférica, «Snowtown»

24 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Cannes cerró ayer con un Macbeth que firma el australiano Justin Kurzel, cuya irrupción internacional se produjo aquí, hace tres años, con un brutal drama de violencia atmosférica, Snowtown. Podría pensarse que Macbeth era territorio propicio para él porque pertenece a esos tratados de Shakespeare sobre cómo al poder absoluto solo se asciende decapitando semejantes y enfangado en sangre y heces. Hay en el filme de Kurzel, que responde de modo algo forzado a la dinámica del star-system -el rey apadrinado por las brujas es Michael Fassbender y a Lady Macbeth la encarna Marion Cotillard-, un desequilibrio que proviene de una fidelidad al texto que, en sentido peyorativo, pesa en pantalla, y una puesta en escena recargada, a ratos truculenta, que me lleva a dudar, cuando lo que prima es el ruido del metal y la batalla, si asisto a un Shakespeare o a un Braveheart desencadenado.

Con todo el cine en competición ya trasegado, la pugna por la Palma de Oro, si atendemos no solo a rumores sino a las intenciones de voto de la crítica internacional, está en apariencia muy decantada entre el formidable drama de amor lésbico de Todd Haynes Carol y la estilización de las artes marciales desestructuradas de Hou Hsiao-Hsien en The Assassin, que me llevó al sueño la primera de las dos veces que tuve que verla.

Del cóctel del jurado (encabezado por los Coen) podría sacar partido Paolo Sorrentino, el director excéntrico europeo de moda, con su muy menor Youth. Sería una pésima noticia para el cine.