La falta de inversión retrasa el plan director de la catedral de Santiago

camilo franco SANTIAGO / REDACCIÓN

CULTURA

La oficina técnica no podrá comenzar a funcionar hasta marzo

26 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El plan director de la catedral de Santiago ha chocado contra la crisis hasta quedarse parado. Este otoño recién comenzado no ha servido para poner en marcha el plan integral de mantenimiento del monumento que, en el mejor de los casos, deberá esperar a marzo para comenzar a desarrollarse. De los treinta millones de euros que se precisan para la redacción, puesta en marcha y ejecución del plan, la catedral ha conseguido poco más de uno.

Este mismo mes debería ponerse en marcha la oficina técnica del plan director, un servicio que supervisaría las obras que se realicen en la catedral y que, al tiempo, las coordinaría con el mantenimiento diario que requiere aquella. Pero desde la catedral compostelana se ha retrasado la fecha de esta inicio por falta de dinero. La nueva fecha para que comience a trabajar esta oficina es el mes de marzo. Desde el cabildo se asegura que si se pudiera abrir en ese mes del próximo año «tampoco sería la peor de las posibilidades».

Según explican desde la catedral, el retraso se debe a que el ritmo de financiación del plan es mucho más lento de lo esperado. Mientras el deán compostelano, José María Díaz, asegura vivir una etapa de «magnífica de colaboración entre instituciones», desde el punto de vista económico esa colaboración se ha reducido desde el comienzo de la crisis y no es suficiente para afrontar un plan de recuperación y mantenimiento integral del conjunto.

El canónico de arte de la catedral, Daniel Lorenzo, señaló que estaban encontrando «muchas dificultades para encontrar una financiación privada que consideran imprescindible para poder sacar adelante el plan. Explica Lorenzo que muchas empresas gallegas no han querido sumarse a las propuestas del cabildo de contribuir económicamente a la elaboración y ejecución del plan director.

Al contrario que Burgos

Daniel Lorenzo repite el ejemplo de la catedral de Burgos. La realización completa del plan director «costó sesenta millones, el doble del que se propone para aquí». Advierte que además de la inversión económica, «la respuesta social a la situación en la que se encontraba la catedral fue tan decidida que toda la ejecución del plan se realizó, desde su concepción hasta el remate, en cinco años».

En el plan director están previstas no solo las obras de recuperación que se deben llevar a cabo en el conjunto. Además, prevé la conservación continua del edificio y, lo que es más importante desde la desaparición del Códice Calixtino, las medidas de seguridad con que debe contar todo el edificio.

Paralelamente a la puesta en marcha del plan director, estaba prevista la elaboración de un plan económico que, en cinco años de plazo, debería permitir que la catedral pudiese financiar su conservación.