Cornelia Funke: «Los niños gallegos me han contado que sus brujas son muy especiales»

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente MADRID/LA VOZ.

CULTURA

La reina de la literatura infantil y juvenil, considerada la J.K. Rowling alemana, dedicará un libro a los cuentos tradicionales españoles, con especial atención a Galicia

19 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

«El espejo solo se abre para el que no se ve a sí mismo». Esta es la misteriosa frase que el pequeño Jacob encuentra escrita en una hoja, con la que Cornelia Funke (Dorsten, 1958), la niña que quiso ser astronauta, se hizo ilustradora, se ha convertido en la reina de la literatura juvenil e invita al lector a sumergirse en su última novela, Reckless. Corazón de piedra (Siruela; versión en gallego, Xerais).

Del éxito espectacular de la trilogía Mundo de tinta, con 13 millones de ejemplares vendidos, a la pentalogía de la piedra, ya que esta es la primera entrega de cinco inspiradas en cuentos tradicionales europeos. Su ambicioso proyecto pretende «trazar un mapa mental de la Europa del siglo XIX a través de los cuentos populares». El primer libro se inspira en los cuentos de los hermanos Grimm; el segundo lo hará en los ingleses y franceses; el tercero, en los rusos; el cuarto, en los españoles, con una atención especial a los gallegos, y el quinto, en los norteamericanos nativos. «Me han dicho que las historias de las brujas gallegas son terroríficas», afirma.

-¿De dónde surgió su interés por los cuentos gallegos?

-Unos niños gallegos me escribieron diciéndome que hay brujas muy especiales en Galicia. Estoy muy ilusionada y quiero enterarme más de esas historias porque todos mis amigos españoles o de habla hispana que residen en Los Ángeles, donde yo vivo, me llaman bruja.

-¿Qué le dijeron esos niños?

-«Cornelia, tienes que venir a Galicia porque tenemos brujas y cuentos de hadas muy especiales». Cuando prepare el cuarto libro, desde luego que iré allí para conocer a las meigas. Tengo que investigar los cuentos tradicionales españoles, que dicen mucho de la historia, los miedos y los mitos del país. Ustedes tienen tantas regiones diferentes que será interesante descubrir cómo son las tradiciones que reflejan. Tengo una profesora de español a la que llamo Tormenta, porque es muy estricta. Entiendo el español, pero tristemente no lo hablo todavía.

-¿Cómo han sido sus contactos con los niños españoles?

-Hace dos años estuve en la Feria del Libro de Madrid y me enamoré de los niños, porque entienden muy bien la poesía y el lado fantástico de la realidad. Me hicieron unas preguntas maravillosas que sigo citando en todas partes del mundo. Una pequeña me preguntó en qué cuento los iba a sumergir después. Creo que esto demuestra una profunda comprensión de lo que hacen los cuentos.

-¿Qué le parece que la llamen la J.?K. Rowling alemana?

-Es un piropo. Es una contadora de historias brillante, ha abierto muchas puertas para la literatura infantil. He leído todos sus libros a mis niños.

-Usted ha dicho que los niños de ahora son más inocentes y saben menos de la vida que los de antes. ¿Por qué?

-El problema es que reciben mucha información abstracta. Los niños de hace doscientos años eran menos inocentes porque tenían más contacto con la vida real, la violencia, la enfermedad; muchas veces tenían que trabajar desde los diez años. Estaban menos protegidos. Los niños de hoy conocen el mundo a través de lo que leen o lo que ven, no de lo que experimentan, tienen menos vida real y escaso conocimiento de los temas fundamentales de la existencia, la muerte, la crueldad o la enfermedad, que los adultos tratan de esconderles. Eso me preocupa.

-Los cuentos de hadas no son tan beatíficos como parecen a primera vista.

-No critican la venganza, los celos, el ansia de poder, de riqueza y de belleza. Los malos siempre son feos y hay que sacarles los ojos y quemarles los pies. La única meta es llegar a ser rey o casarse con un príncipe azul. Pueden ser muy reaccionarios.

-Se ha inspirado en los hermanos Grimm, pero dice que no le acaban de gustar...

-Me atrae su universo, no el tratamiento que hacen de algunos temas. Presentan a las mujeres como seres tímidos, vanidosos y estúpidos y sacan todo lo erótico y violento de sus cuentos. Intentaron ser progresistas, entonces lo parecía incluir los ideales de la burguesía de su tiempo, que tenían que ver con la riqueza. El sapo pide a la princesa buena comida, un atuendo bonito, y no estar con ella en la cama. De alguna manera, fueron bastante reaccionarios.

-Para usted el miedo es un elemento clave de la vida.

-Sí, porque creo que cuando nos gobierna el miedo tomamos decisiones equivocadas. Por ello, enfrentarse a los miedos es una de las grandes tareas en la vida, para superarlos. Gran parte de nuestro odio y de nuestra violencia salen del miedo, a los demás, a nosotros mismos.

-¿Por qué emplea el recurso del espejo, tan utilizado?

-Primero pensé en una puerta, pero me resultó aburrido y lo deseché. Empecé a leer sobre los espejos, pero me preocupaba que era algo que ya se había usado mucho en la literatura. Leí a Lewis Carroll y me di cuenta de que yo podía hacerlo de otra forma y era una herramienta mágica y una metáfora perfecta. En la novela es la puerta de entrada a un reino oscuro donde un maleficio convierte la carne humana en piedra.

-¿Le gustó la versión en cine de «Corazón de tinta»?

-Solo algunas partes, faltaban muchas cosas. Mundo de tinta resulta casi imposible de plasmar en la pantalla. Pero las películas de Harry Potter han demostrado que se pueden hacer versiones maravillosas sin dañar los libros e incluso enriqueciéndolos.