Las peluquerías catalanas se rebelan contra el canon pidiendo a los clientes que lleven la música de casa

P.?V.

CULTURA

20 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Cortarse el pelo con los auriculares puestos. Esta ridícula estampa es a la que remite la federación de peluquerías de Cataluña en la campaña que ha lanzado contra lo que consideran un «acoso» de la SGAE para cobrar el canon por tener música en sus establecimientos. En las últimas semanas, cientos de centros belleza de las provincias de Barcelona y Lleida han empezado a exhibir en sus puertas un cartel en el que se alienta a los clientes a llevar su propio reproductor de música cuando visite su centro de belleza. Por supuesto, señalan con ironía, con canciones que sean originales y no pirateadas.

Según la federación de peluqueros, en los últimos meses se han intensificado las visitas de inspectores de la SGAE a sus establecimientos para exigirles el pago de un canon, entre 6 y 12 euros si tenían música.

El vicepresidente de la federación, Fedcat, José María Figueras, ha calificado como totalmente «injusto» este canon y asegura que dicha sociedad parece que solo se mueve por intereses recaudatorios. Incluso el portavoz de la Fedcat se ha preguntado si ellos, los peluqueros, también podrían exigir un pago a sus clientes que aparezcan en actos públicos por el uso público de sus peinados.

Antes de poner en marcha esta acción de rebeldía, la federación catalana se puso en contacto con la agrupación gallega, la Federación de Empresarios de Peluquería de Galicia, puesto que, como señala su presidente, Antonio Peiteado, ya tienen experiencia ante la presión de la SGAE. En el 2007 los peluqueros gallegos se movilizaron y acordaron que ninguno de los asociados pagaría después de que en pocos meses entre 40 y 50 locales de Ourense tuvieron la visita de inspectores pidiendo el canon. «Desde que le dimos publicidad, nos dejaron tranquilos», asegura Antonio Peiteado, que considera ridículo en canon. «Ni que yo cortara mejor el pelo con música. El único objetivo es dar un ambiente más acogedor al cliente», protesta.