Muros, paredes y mobiliario están llenos de desperfectos que causan los vándalos
17 jun 2017 . Actualizado a las 08:50 h.Es uno de los arenales más concurridos de la comarca coruñesa. Tanto en verano como en invierno. En él se disputan casi a diario partidos de fútbol, se imparten clases de surf, se realizan entrenamientos físicos o, simplemente, se llena de caminantes que ejercitan a paso ligero el corazón. Por ello, el Concello de Oleiros pone especial atención en el cuidado de la playa de Bastiagueiro.
Las casetas de salvamento y socorrismo se instalaron sobre la arena el pasado 1 de junio, así como una decena de contenedores de basura. También desde ese día se realiza la limpieza diaria de la playa. Las duchas y fuentes funcionan sin problema y se puso en marcha a comienzos de mes, tal y como estaba previsto, el nuevo aparcamiento situado junto a la Casa Silva, en la rúa Mioporos, con más de un centenar de plazas reguladas por la ORA. Sin embargo, todas estas mejoras y servicios se ven empañados por la acción de los vándalos. Especialmente los que manchan con sus pintadas y garabatos el mobiliario urbano y privado del entorno. Así, los pintarrones estropean el mural que adorna el mirador situado sobre los bajos del centro deportivo municipal. El suelo está lleno de cáscaras de pipas, plásticos, botellas de cerveza y papeles, a pesar de que justo al lado hay una papelera. También el muro del campo anexo está repleto de garabatos y pintadas que dan aspecto de descuido al entorno. Y a lo largo del paseo, los muros de las fincas particulares están salpicados por las firmas que dejan los vándalos con sus espráis.
Estas pintadas son los principales desperfectos que observan y padecen los usuarios de Bastiagueiro, aunque puntualizan otros pequeños problemas: «Los bolardos se acaban de reparar, pero a ver si aguantan otro envite. Además, justo aquí al lado, debido a la arena casi ni se ven las plazas de aparcamiento para discapacitados que hay señalizadas. Eso lo podrían reparar», indica una vecina de Santa Cruz. También llama la atención la presencia de pequeños recipientes de plástico, atados con una cuerda, en algunas de las duchas de la playa. «Supongo que son para que beban los perros. Pero tendrán que retirarlos ahora porque los perros ya no pueden venir a la playa», indica otro paseante. También reclaman que se mejore la base de la ducha situada en la rampa de acceso al arenal por la calle Bastiagueiro y, también allí, que se controle la parada y el estacionamiento de vehículos. «Algunos están toda la mañana», confirma un bañista habitual.