«Hay que acariciarla como a un bebé»

Elena Silveira
Elena Silveira OLEIROS / LA VOZ

OLEIROS

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Cuatro escuelas infantiles de Oleiros inician un programa educativo y de sensibilización

07 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Nuba va a cumplir tres años. Es muy tranquila, social, equilibrada y suave como el terciopelo. Y ayer por la mañana visitó a los niños de la escuela infantil Labarta de Mera, en Oleiros. Les enseñó a identificar las diferentes partes del cuerpo, a hacer ejercicio, a ser cívicos y a convivir de forma respetuosa. Porque Nuba es una golden retriever especializada en actividades de sensibilización dirigidas a colectivos de personas mayores y también a niños.

Irene García y Julia Piñeiro son las dos veterinarias que enseñaron a Nuba todo lo que sabe. Ellas son las responsables de la empresa Cadelar, que se dedica a realizar intervenciones asistidas con animales, es decir, a promover mejoras en la función física, social, educacional, emocional o cognitiva de las personas. «Normalmente visitamos centros de día y residencias geriátricas, pero también colegios y centros en los que hay niños con riesgo de exclusión social», explica Irene.

Y los resultados son tan espectaculares que la Concejalía de Servizos Sociais de Oleiros no se lo pensó dos veces y ayer puso en marcha una serie de nueve visitas a las aulas de niños de entre 2 y 3 años en las escuelas infantiles de A Baña, Os Regos, Bastiagueiro y Perillo. «Esta actividade ten un carácter terapéutico fantástico. O obxectivo é sensibilizar aos nenos e que saiban o que deben e o que non deben facer ante un can, a coidalos axeitadamente e evitar accidentes». En este sentido, el concejal de Servizos Sociais, Nacho Crespo, comentó que las agresiones de perros a personas es una de las doce primeras causas de lesiones domésticas «e os nenos e nenas teñen dúas veces máis probabilidades de ser vítima dunha agresión de can que un adulto e tres veces máis de requirir tratamento».

Peine, correa y bolsa plástica

Aunque ayer, a la vista del buen entendimiento entre los niños y Nuba, la posibilidad de un incidente quedó descartada. «Es muy grande y muy suave y tiene el pelo largo», explicaba Pau mientras comentaba con un desparpajo inusual que en su casa había otro perro muy parecido. Y otra niña, que apenas levantaba tres palmos del suelo, comentaba también que ella solía llevar al suyo, «un poco más pequeñito, al médico de animales».

En la sesión los niños también comprendieron que los perros deben pasearse con correa e, incluso, hicieron una clase práctica. También lo cepillaron y lo acariciaron con suavidad, «como si fuera un bebé», les explicaban a los niños sus profesores. Y también cómo hay que recoger las deposiciones de los perros, «sin tocar la caca», repetía uno de los pequeños tras las indicaciones de Irene.

Las sesiones con niños deben ser cortas, ya que Nuba acaba cansándose y los niños, pasado un tiempo, dejan de prestar atención a las indicaciones. «Solemos estar una hora, no más. A los niños les gusta mucho colaborar con Nuba. Siempre hay alguno que le tiene miedo o respeto, pero al final acaban acariciándolo». De hecho, ayer se dio el caso y uno de los alumnos terminó la sesión dándole una chuchería a Nuba con su propia mano. «Y eso que al principio no quería ni acercarse», comenta Irene.

Los niños de la escuela infantil de A Baña ya sabían desde hace días que tendrían la visita de Nuba. De hecho, las profesoras, tal y como comenta la educadora del Concello de Oleiros, Teresa Guerra, pueden trabajar la actividad antes y después de la visita.