Los atascos de la arteria principal tienen onda expansiva

Eduardo Eiroa Millares
E. Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

OLEIROS

Ni el puente de A Pasaxe, ni el vial 18, ni la vía Ártabra se han ejecutado según los planes previstos

18 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Alfonso Molina soporta 123.000 vehículos al día. Hubo medias, hace unos años, de más de 145.000. Bajó algo, pero en los últimos meses volvió a remontar. No parece factible a corto plazo que los planes para fomentar el transporte público vayan a reducir significativamente la presión sobre la principal arteria de la ciudad. La tercera ronda supuso un alivio, pero no acabó con los problemas. La solución más realista a corto plazo pasa por darle alternativas de acceso a los usuarios, para ello hay planes de infraestructuras de los que se habla desde hace décadas sin que lleguen a materializarse, y que contribuirían a lograr ese fin.

Puente de A Pasaxe

Sin noticias. Durante el anterior mandato se presentó el proyecto de ampliación del puente de A Pasaxe. Fomento iba a invertir en él casi 26 millones de euros, poniendo un carril más en cada sentido de la marcha y dejando espacio para peatones y carril bici. Contaba con el apoyo de los alcaldes del área. Ese puente tiene hoy una capacidad máxima de 100.000 vehículos diarios, que iban a llegar a 150.000 tras las obras. En teoría los trabajos iban a comenzar a finales del año pasado. No empezaron. La redacción del proyecto salió a licitación, aunque finalmente ese procedimiento se anuló por un defecto de forma. Se iba a contratar de nuevo, pero nada se sabe hoy sobre esos planes. Si las obras salieran adelante se podrían ejecutar en un año sobre la estructura del actual puente. Sí se hicieron los estudios para certificar que los pilares pueden aguantar más peso.

Vial 18

De la tercera ronda a la AP-9. El vial 18 se iba a comenzar en el 2015, pero dos años más tarde sigue sin salir del papel. Esa carretera permitiría que los coches que hoy llegan a la ciudad por la autopista y desembocan en Alfonso Molina, se desviaran hacia la tercera ronda para acceder desde allí a otros destinos, descongestionando Lavedra al menos en parte. La actuación tenía un presupuesto de 18,9 millones de euros, pero una vez más, nada se sabe de ella.

  

Vía Ártabra

Por la autopista. La vía Ártabra se pensó también con un fin similar al del vial 18. Iba a permitir a los vecinos de Oleiros y Cambre evitar el puente de A Pasaxe y Alfonso Molina gracias a una carretera que recorría esos municipios y entroncaba con la autopista. Y desde allí al vial 18 -que no existe- y por él a la tercera ronda. La vía Ártabra se hizo, finalmente, a medias, y aunque sirve para moverse por Oleiros, no ofrece hoy más soluciones que la conexión con la N-VI, una carretera congestionada que también desemboca en Alfonso Molina.

  

Los atascos

Daños colaterales. Los atascos en Alfonso Molina no afectan solo a esa vía. Dependiendo de la magnitud pueden colapsar una parte de la ciudad y su entorno. Así, cuando la avenida se llena, se frena también todo el tráfico que desemboca en ella desde otras calles. En dirección salida se bloquean muchas veces hasta la ronda de Outeiro. También San Cristóbal padece las retenciones. En dirección entrada los problemas se repiten desde A Pasaxe hasta Bastiagueiro -si el corte es prolongado- y se llena también la autopista en su tramo final cuando los coches no pueden acceder a la ciudad por las caravanas.

  

Las causas

Accidentes. La principal causa de los atascos son los accidentes. También los hay cuando se celebran grandes eventos que atraen a mucho público o en los días de playa. En el caso de los siniestros, son habituales los días de lluvia y el motivo por el que se producen tiene que ver con las carencias de la avenida. Así, los impactos suelen ser por alcance -por no guardar la distancia de seguridad-, motivados por la gran cantidad de tráfico, y por las incorporaciones. Los trenzados existentes obligan a muchos cambios de carril para dirigirse a un destino concreto. Con mucho tráfico esos cambios acarrean siniestros que no suelen ser graves, pero que acaban estrangulando la avenida mientras no se retiran los vehículos. Ahí empieza el follón.

  

Tercera ronda

Un alivio relativo. La tercera ronda sí se convirtió en una alternativa de entrada y salida para muchos conductores. Son miles los que pasan por ella. Esa vía tiene hoy un uso muy por debajo de sus capacidades. Para rentabilizarla -costó 200 millones de euros- es necesario llevar allí más tráfico y la única forma de lograrlo es hacer llegar a ella ramales que contribuyan a su permeabilidad. Así, a Alfonso Molina llegan cada día miles de vehículos procedentes de Oleiros, Cambre y parte de Culleredo, los municipios que aportan una buena parte del tráfico a la ciudad. Esos conductores no tienen en la tercera ronda una alternativa. Sí ofrece un valioso servicio a los procedentes de Arteixo, del entorno de Alvedro y hasta de Betanzos, pero el objetivo inicial, hacer que desemboquen allí más coches, todavía no se ha cumplido.

 Falta eso y también cambiar los hábitos de miles de conductores para ofrecerles otras vías distintas de Lavedra. Se hizo en su día con la avenida de A Pasaxe que, con todo, sigue teniendo muchos menos usuarios que Alfonso Molina.