El centro comercial de Os Regos sobrevive contra viento y marea

Elena Silveira
elena silveira OLEIROS / LA VOZ

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El edificio cumple 22 años desde su inauguración, con dos de sus siete locales vacíos y con una oferta «muy familiar»

22 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El centro comercial de Os Regos fue el primero que se abrió en el municipio de Oleiros hace ya 22 años. Con un supermercado Gadis, un restaurante Gasthof y otros cinco pequeños locales destinados a diferentes servicios, se ha convertido en todo un emblema «de la atención personalizada». De hecho, tal y como comentan algunos de los trabajadores, «conocemos a los clientes por sus nombres».

El buque insignia del centro comercial es el supermercado Gadis, donde hacen su compra a diario vecinos de Oleiros, Soñeiro, Montrove... También el restaurante Gasthof tiene su clientela fija. «Hay bastante movimiento. Damos muchos desayunos y comidas. El fin de semana siempre se llena porque vienen muchas familias», explica Suso Bao, encargado de este Gasthof. De hecho, según explica, este local tiene un público diferente al que puedan tener otros de la misma cadena en A Coruña: «Se vende un producto diferente. Piden más calidad. De hecho, los sábados y domingos solemos tener buenos pescados y cordero lechal».

Vicky Lorenzo, que abrió su peluquería en el centro comercial de Os Regos hace cinco años y medio, explica que su clientela es principalmente de la urbanización Os Regos, aunque también atiende gente de Oleiros, Sada o A Coruña. «Por ahora no hay queja. Todo es mejorable, pero vamos sobreviviendo», responde cuando se le pregunta por el estado de salud de este centro comercial. Más años lleva Silvia Giammatteo en la clínica Esthetic Dental Institute. «Abrimos hace 14 años. Esto es muy familiar, pero al mismo tiempo hay mucho movimiento gracias al Gadis y al Gasthof». En su caso, los clientes le llegan de toda la comarca coruñesa. Incluso de Carral. Aunque incide en que este pequeño centro comercial funciona «como el de cualquier barrio: con un trato muy familiar, donde todo el mundo se conoce». De hecho, tal y como confirma, los empleados de la cafetería y del supermercado «conocen a la gente por su nombre».

De todas formas, después de 22 años de estar en funcionamiento, el espacio comercial comienza a tener sus problemas. Dos de los siete locales están vacíos en este momento y, tras cerrar hace poco una panadería, no encuentran comerciante con oferta adecuada. Por allí pasaron también una tintorería, una mercería, una parafarmacia y una tienda de congelados. «Pero todos fueron cerrando», recuerda Marina Valdés, vecina de Os Regos. Quizás alguna mejora en el edificio serviría para atraer clientela. En este sentido, los comerciantes demandan mejoras en la iluminación porque, según dicen, en cuanto dan las seis de la tarde «no se ve nada. Solo tenemos la iluminación de las farolas al otro lado de la calle». También demandan una mejor limpieza de las zonas comunes y una señalización más completa para atraer a posibles visitantes desde las carreteras de acceso. ¿Lo bueno que tiene este pequeño centro comercial? Los comerciantes lo tienen claro: «Se encuentra sitio para aparcar fácilmente. No hay que dar muchas vueltas».