El arenal de Oleiros es uno de los lugares preferidos por muchos ciudadanos interesados en practicar deporte
09 dic 2016 . Actualizado a las 12:39 h.Mediodía. Jueves, 8 de diciembre.
Playa de Bastiagueiro (Oleiros). Temperatura otoñal muy agradable. 18 grados. Luce el sol de soslayo. De esa forma que proyecta las sombras alargadas. Cientos de personas pisan la arena, ya sea por la práctica de alguna actividad o simplemente disfrutando durante unas horas de largos paseos junto al mar. Tras finalizar un partido de fútbol en la arena, José, mientras carga con la portería, comenta que normalmente tiene partidillos todos los fines de semana. «Tenemos un grupo de WhatsApp para quedar, pero la mayoría nos conocimos aquí, en la playa», revela. «Hay emoción y a veces mucha entrega, pero no pasa de aquí y luego comentamos las jugadas tomando unas cañas», explica
Desde hace tiempo, Bastiagueiro es territorio para los amantes del surf, sobre todo de los principiantes. De los locos por el fútbol. Acuden también los caminantes, que van una vez y otra vez de una punta a la otra, como rebotados. También hay algún valiente que se atreve con un chapuzón...
José Luis camina a buen ritmo: «Ya ves. Qué quieres que te diga... Estoy disfrutando», comenta sin pararse. «Vengo siempre que puedo. Es bueno para la espalda, para los pies... », dice sonriente mientras se va. Más tranquilo es el andar de Miguel, que los fines de semana dedica unas horas a caminar o a correr por la playa: «Me relaja mucho escuchar el mar», comenta. «Vengo solo y vuelvo a casa como nuevo», explica este vecino de Cambre.
Xosé Luis, de Santa Cruz, y su esposa recorren la orilla despacio. «Venimos muy a menudo y caminamos un rato», comenta, mientras apunta que sería ideal que se uniesen todos los paseos y se crearan más espacios para el esparcimiento: «Mira, da gusto ver tanto niños como adultos disfrutando de la playa y de las actividades en pleno mes de diciembre».
Dani, monitor de surf, da unos consejos a un grupo de alumnos antes de salir a buscar olas. Según este joven, «por sus condiciones, Bastiagueiro es, probablemente, la mejor playa de Galicia para aprender a surfear», resalta argumentando que «no tiene grandes olas, pero sí son muy constantes».
Compartir espacios
Al rato. Unos gritos y unas risas un tanto nerviosas llaman la atención. Se trata de Raquel, una alumna de surf. «¡Es mi primera vez!», exclama. Cierto, era la primera vez que Raquel se subía a una tabla. «¡Increíble!», gritaba. Raquel es de Santiago y «por culpa» de una amiga «estoy aprendiendo a surfear», dice, aunque reconoce que le apetecía mucho probar. Raquel apuesta por este tipo de espacios para realizar actividades lúdicas, «es algo fundamental, si se quiere fomentar una vida sana», apunta. «El compartir los espacios y los juegos en equipo ayuda a consolidar el concepto de ciudadanía y es una forma de educar a la sociedad», argumenta esta futura surfista, que parece que se mantiene muy equilibrada.