«Levanté muertos y heridos de la puerta de mi casa, pero ahora somos felices»

Elena Silveira
elena silveira OLEIROS / LA VOZ

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Elena Silveira

Tras las mejoras en la curva de Biona, Oleiros reclama más seguridad vial en la N-VI

21 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Vivíamos con la N-VI en la puerta de casa. Cada dos por tres los coches se empotraban contra nuestra pared. Yo levanté muchos muertos y heridos de la puerta de mi casa, pero desde que cambiaron el trazado mejoramos mucho; ahora somos felices». Pilar Temprano Agra tiene 75 años y, a pie de carretera, relata los sinsabores que le ha dado la N-VI a su familia. Dice que han vivido «en tensión» durante mucho tiempo por si un coche se salía de la vía y acababa entrando en el salón de su casa. «Teníamos las paredes agrietadas de las colisiones, con señales de los accidentes por todos lados. Pero ahora estamos en la gloria. Esto es el paraíso comparado con lo de antes».

Cuando se inició el proyecto para ampliar el trazado de la N-VI en esta zona de Oleiros, el Ministerio de Fomento expropió la antigua vivienda de Pilar Temprano. Le quedó terreno suficiente donde levantar otra casa más alejada del vial: «Ahora podemos salir con tranquilidad porque quedó una vía de servicio y es menos transitada». De todas formas, como explica su nieta Lorena, las mejoras que se ejecutaron no han sido la panacea: «Sí, es verdad que los coches van más despacio por el radar, pero sigue habiendo accidentes. No son tan graves como antes, pero se siguen produciendo». De hecho, según explica, cuando llueve después de quince días de sequía «tenemos la certeza de que habrá algún accidente».

Sin seguridad para peatones

La presencia del radar, de la doble línea continua y la mediana de hormigón mejoraron la seguridad viaria, pero las familias que viven en la zona de O Batán siguen reclamando más medidas para proteger a los peatones. De hecho, no hay aceras, no hay pasos elevados ni pasos de peatones. «No tenemos por dónde pasar al otro lado. La gente cruza por debajo de la rotonda de la Raqueta, pero de forma ilegal. Un día va a pasar algo», indica Lorena al mismo tiempo que recuerda que a ella y a su otra abuela ya las atropellaron en una ocasión más arriba, cerca de la gasolinera.

Pilar, con 75 años de experiencia a pie de la N-VI, dice que el problema ahora no está en la curva de Biona, sino en la bajada de la rotonda de la Raqueta: «Los que vienen desde A Coruña bajan la cuesta a mucha velocidad, pierden el control y se estampan». Y Lorena relata la secuencia: «Oímos el derrape y después el choque. Y esto ocurre sobre todo cuando llueve». También genera problemas el desvío para los que siguen hacia A Coruña o hacia O Burgo. «Vienen los conductores despistados y se quieren cambiar de carril a destiempo».

Desde la terraza de su nueva casa, Pilar observa con tristeza la situación de sus vecinos más próximos. Algunos siguen teniendo la entrada a su casa a escasos centímetros de la N-VI. «Casi ni tienen acera. Están jugándose la vida todos los días. Yo sé lo que es eso. Me compadezco de esas tres familias, las que viven a la salida de la rotonda de la Raqueta».

Cortes de tráfico

El alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, reconocía ayer que la situación fue mejorando con cuentagotas en la N-VI a su paso por San Pedro de Nós e Iñás. «Pero en Perillo non fixeron nada». Allí, donde llegan a pasar 90.000 vehículos diarios, hay tramos sin aceras o son insuficientes, faltan pasos de peatones o medidas de protección para los viandantes. Y para reclamar el soterramiento de la N-VI a su paso por el cruce del Sol y Mar, el alcalde anuncia movilizaciones. A la espera de una asamblea con los vecinos, el gobierno local propondrá cortar el tráfico un día al mes durante 5 minutos.