Gealbe despide a la plantilla de Miño y pierde la concesión

Redacción / La voz

MIÑO

CESAR QUIAN

La extinción del anterior contrato con Martinsa dará paso en unos días a una nueva etapa en la explotación del campo

22 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El concurso de acreedores de Gealbe Golf, la empresa que gestionó durante los cinco últimos años el campo de Miño, se acerca a su cierre. El expediente de regulación de empleo de los ocho trabajadores quedó recogido el lunes en un auto judicial. De esta forma, la rescisión del contrato de Martinsa, propietaria del complejo, con la firma que lo dirigió resulta «inmediata», según explicaron fuentes conocedoras del proceso. Se trata de uno de los últimos pasos de un proceso que se abrió en septiembre. Fuentes de Martinsa confían en que el campo solo esté cerrado al juego, desde hoy, uno o dos días, el tiempo que puede tardar el auto que le devolverá el complejo a todos los efectos. Sí se permitirá el paso de los usuarios que quieran recoger sus pertenencias. La administración concursal de la constructora pretende encomendar en el plazo de unos días el mantenimiento y la gestión del campo a otra empresa, con lo que el campo se reabriría de nuevo al juego.

Al reducir el cierre al mínimo, Martinsa evitará un descenso del número de usuarios y facilitará la transición hacia un nuevo escenario. La propietaria del campo de Miño también se encuentra inmersa, desde el 2015, en un concurso de acreedores, el más grande de España.

Casi 300 abonados

El campo de Miño contaba con unos 290 abonados en el momento en el que Gealbe Golf -propiedad de Gerardo Mosquera- solicitó la liquidación voluntaria de un contrato de explotación que expiraba en el 2025. Pese al proceso concursal en marcha, el recorrido permaneció abierto, y acogió diferentes campeonatos en los últimos meses, si bien el mantenimiento de las instalaciones se fue resintiendo por la falta de recursos y maquinaria.

Desde septiembre se sucedieron las reuniones de distintos grupos de abonados del campo, en algunos casos con el administrador concursal y en otros impulsadas por Golf Ártabro, una entidad que agrupa a unos 70 jugadores con derecho a utilizar el recorrido de 18 hoyos.

En esos encuentros se barajó la posibilidad de que alguno de los propios abonados plantease una propuesta para hacerse con la gestión del campo. Desde que comenzó el proceso, distintos grupos de jugadores de Miño mostraron su rechazo a que, a través de algún tipo de fórmula, el mantenimiento del campo recayese de nuevo en Gerardo Mosquera o en algún otro de los anteriores gestores el campo, cuya concesión correspondió a Aymerich del 2007 al 2012.

Las deudas marcaron los últimos años

La empresa Gealbe Golf, de Gerardo Mosquera, explotó el campo de golf de Miño desde el 2012. Pero muy pronto se encontró con dificultades que fue incapaz de resolver. Primero asumió una deuda de unos 300.000 euros con la Seguridad Social, Hacienda y otros proveedores. El campo arrastraba esa carga desde la época anterior, en la que había estado bajo la gestión del grupo Aymerich, también a través de una concesión de Fadesa, la promotora del complejo de costa Miño Golf.

Gealbe aplicó un expediente de regulación de empleo en el 2013 como un primer intento de cuadrar sus números, pero no lo consiguió y en el 2014 entró en concurso de acreedores. Después de un par de años inmersa en un plan de pagos, la empresa encaró en septiembre el proceso de liquidación para rescindir el contrato con Martinsa-Fadesa, como sucederá estos días. Una sentencia desfavorable sobre los continuos impagos de Gealbe relativos al IVA desencadenó su solicitud de liquidación.

El Concello de Miño anunció en septiembre su intención de hacerse con el campo. Apelaba el alcalde, Ricardo Sánchez, a los derechos adquiridos por una hipoteca sobre el recorrido de 18 hoyos, una parcela comercial y otra para 20 viviendas. Pero otras fuentes consideran improbable que se haga con el recorrido.